El mundo del famoseo y las fiestas de alto copete se han conformado habitualmente por gente del espectáculo, la moda y las tendencias de vanguardia o la aristocracia. De un tiempo a esta parte un nuevo colectivo se ha colado en las fiestas de moderneo y glamour: los celebrity-chefs. La última 'campaná' la ha dado Cristina Pedroche y con su "pues sí" referido al chef David Muñoz. Durante años Arguiñano o la presentadora del ochentero ‘Con las Manos en la Masa’ eran las únicas referencias de este sector, pero ahora los cocineros son un gremio más en la fauna de los ecos de sociedad: El mencionado David Muñoz, Alberto Chicote o Jordi Cruz alternan y posan en los photocalls con Pedroches, Lomanas y Terelus.
El guapísimo y tristemente desaparecido Darío Barrio abrió el camino: se hizo famoso hace más de diez años a través de las pantallas de Cuatro con programas como ‘Todos contra el Chef’ y entró en el mundillo de la farándula.
Quizás por su buena planta y simpatía los organizadores de eventos se peleaban por tenerlo entre sus VIPs. Su don de gentes le permitió promocionar su restaurante al tiempo que lo nombraban hombre del año en ‘Men’s Health’ o participaba en un reality VIP de piscina y trampolín. Este pionero de los fogones y los flashes falleció hace unos meses realizando salto base.
El recorrido allanado por Darío sirvió para que otros colegas entrasen de lleno en el mundo de la telerrealidad, y de ahí a al papel couché. En 2005 el reality-show ‘Esta cocina es un infierno’ de Telecinco facilitó que otros dos cocineros saltaran de los fogones a la esfera pública: Sergi Arola y Mario Sandoval amadrinaban una variante culinaria de Gran Hermano VIP.
Dos equipos de famosos conformados por personajes habituales de este tipo de programas como Bárbara Rey, Bienvenida Pérez o Leticia Sabater convivían y se enfrentaban a los fogones bajo las directrices de los dos cocineros. Hoy en día los dos chefs siguen siendo habituales de los saraos. Sandoval, además, continúa ligado a las pantallas gracias al programa de Telecinco ‘Tapas y Barras’.
En los últimos años la tendencia del cocinero-celebrity se ha radicalizado. Hasta 2013, Jordi Cruz era tan sólo el cocinero del restaurante ABaC de Barcelona; ahora acapara portadas en la prensa rosa por sus idas y venidas con Eva González, ha presentado las campanadas de Televisión Española y acude con regularidad a estrenos y presentaciones concurridos por famosos en promoción y canaperos varios.
En la misma órbita se mueve Alberto Chicote, protagonista de dos programas de 'prime time' en dos cadenas distintas de televisión. El restaurador cada vez se deja seducir más y más por el mundo habitual de las celebrities : exige vestir siempre de Agatha Ruiz de la Prada, su mujer concede entrevistas a medios del colorín, copa las redes con selfies (en Twitter tiene más de 40.000 seguidores) y ha ofrecido su imagen a la campaña publicitaria de una famosa tienda online. Ha abierto recientemente un restaurante en el centro de Madrid, Yakitoro, que es frecuentado a su vez por famosos de distinto pelaje y procedencia.
Pero si hay un restaurante VIP regentado por un celebrity-chef, ése es el 'Diverxxo', donde hasta don Felipe y doña Letizia han disfrutado de su menú. Detrás de sus fogones se encuentra David Muñoz, el último en llegar a este gremio de cocineros famosos, pero que está en la cresta (nunca mejor dicho) de la ola.
Su talento culinario y su look rompedor le han abierto las puertas de los medios. Editoriales de moda, viajes de aventura junto a Jesús Calleja (este domingo le veremos en la selva amazónica de Perú) imagen publicitaria viajes de aventura junto a Jesús Callejajunto a Iniesta Este despensero es un valor en alza en términos mediáticos.
La lista no se queda aquí, y es que cada vez son más los nombres vinculados a la cocina que copan la atención de otros medios. David de Jorge (a.k.a. Robin Food), Yayo Daporta (el nuevo sex symbol de los talents culinarios) o Paco Torreblanca (‘Deja sitio para el Postre’) siguen la senda del chef-celebrity.