Isabel Pantoja ingresando en prisión, varias tertulias políticas hablando sobre una joven llamada 'La Pechotes', tramas de corrupción que encuentran su origen en una señora que acusaba a La Pantoja de robarle el marido y sus bolsas de basura o el líder de la oposición interviniendo en 'Sálvame'Algo está pasando en la frontera de lo que se denominaba prensa 'seria' (nótese el entrecomillado) y la del corazón. Analizamos caso a caso.
El 'Caso Malaya' como punto de partida
Todo comenzo a cambiar hace diez años: A raíz del caso Malaya en las páginas de 'El País' se hacían eco día sí y día también sobre las revelaciones que Mayte Zaldívar hacía en el programa 'A Tu Lado'. Resultaba delicioso ver cómo ese periódico entrecomillaba las barbaridades que la ex esposa despechada decía en el saloncito vespertino de las tardes telecinqueras de la época. De hecho, la trama marbellí se destapó en el plató de 'Salsa Rosa', tal y como nos recuerda esta portada de El Mundo.
La Campanario en el Telediario
La fusión entre contenidos de sociedad y las informaciones de la crónica política y judicial han llegado hasta el Telediario de Televisión Española. Ana Blanco, presentadora del informativo de la televisión pública y referente periodístico nacional, abrió en 2011 su noticiero con el juicio de Maria José Campanario en el caso 'Karlos'. El enfoque de la noticia no era la trama de fraude a la Seguridad Social, sino la implicación de la mujer de Jesulín de Ubrique.
Paternidades e infidelidades
Volvemos a los periódicos nacionales de información general: Gracias al diario 'El Mundo' descubrimos datos reveladores y fundamentales para la política en Cataluña como la identidad del padre del hijo de Alicia Sánchez-Camacho, la lideresa del PP en aquella región. Según desvelaba el ex periódico del padre de Cósima Ramírez Ruiz de la Prada, el vástago de la secretaria general del PP de Cataluña no era otro que un ex ministro de la era Aznar, Manuel Pimentel.
La cosa no quedó ahí: otros diarios, también del ramo de la denominada prensa 'seria', como 'La Vanguardia', se hicieron eco de la información. El tratamiento, el contenido y el (nulo) calado político de la información es exactamente el mismo que el de las crónicas sobre el hijo de Pepe Navarro e Ivonne Reyes de las revistas de información rosa de toda la vida.
'El Mundo' también le dedicó su portada a la Princesa Corinna, que habló entonces de su "entrañable amistad" con Juan Carlos I Con la excusa de que trataban temas concernientes al entonces Jefe del Estado, todos los periódicos de información general se entregaron a los aspectos más 'corazoneros' de la historia. Los tertulianos 'más respetables' (comillas, otra vez) de las mesas políticas quisieron saber también si Urdangarin fue infiel a la Infanta con una mujer con la que se intercambiaba correos electrónicos comprometedores, como si eso aportase algo a la trama por la que se investiga al Duque de Palma.
Esta tendencia no es solo 'made in Spain'. En Estados Unidos, donde se ha importado eso del 'fact check' (confirmar y comprobar hechos y datos que se usan en los discurso), aprendieron a no mirar con desdén a los cronistas sociales hace casi 20 años: ellos mismos se encargaron de poner en jaque a su Presidente. Y no ha pasado nada: La CNN sigue siendo referente de información.
Algunas ideas para el futuro
Algo más en broma y en vistas de que la sinergia entre la crónica rosa y la parlamentaria es una realidad que va a más, finalizo mi exposición con algunas propuestas de futuro para los directores de medios de uno y otro género*:
*Si quieren contratarme y que desgrane las ideas en profundidad estoy encantado de hacerlo a cambio de unos asequibles honorarios