Llevamos dos años esperando y por fin se acerca el momento. El próximo sábado 22 de mayo Blas Cantó se subirá al escenario para representar a España en la gran final del Festival de Eurovisión. Según el oráculo de las apuestas de pago, el murciano lo tiene complicado, pero no es imposible que consiga la victoria nacional en el certamen. Mientras esperamos la lluvia de puntos del televoto y los jurados profesionales conviene repasar quienes son sus principales competidores en el eurofestival.
La candidez y la delicadeza de este tema, que sigue los algoritmos clásicos de la chanson française, son los grandes tótems sobre los que se sustenta “Voilá”. La apuesta gala para este esperado Eurovisión 2021 es bien conocida por los espectadores de Mediaset, ya que ha sido parte de la BSO de la serie documental sobre la narración vital en primera persona de Rocío Carrasco. Barbara Pravi, la Edith Piaf milenial, ya sabe lo que es ganar Eurovisión: compuso el tema que venció en 2020 la edición infantil del Festival.
Los malteses, unos clásicos del festival pero que nunca han conseguido una victoria, pueden llevarse el gato al agua gracias al temazo de Destiny. Con una trompetita más pegadiza que un chicle de fresa y con una perfecta combinación de ritmo y vozarrón éste puede ser el año de los eurofans malteses. Desde el primer momento se ha encaramado a los puestos más altos de las apuestas. ¿Se cumplirán los pronósticos?
Y más Rociíto’s Music. En este caso hablamos de la canción que sirve de cabecera para los capítulos del testimonial de la ex colaboradora de “Día a Día”. Se trata de un baladón a piano tremendamente emotivo que pone los pelos como escarpias desde su primera escucha. Podría llevarse mucho televoto español gracias a la promoción que ha supuesto esta explotación del tema.
Y por fin un temazo para darlo todo en la pista de baile (cuando las abran) y mientras tanto en el salón de nuestras casas. La canción respira un rollito cien por cien Lady Gaga en su primera época. Es de las favoritas de los eurofans y seguro que si no gana se coloca en lo más alto de la tabla final. No va a dejar de sonar en los chiringuitos este verano, así que es el momento de aprendérsela.
Como le pasó a Blas, los islandeses Dađi Og Gagnamagniđ se quedaron con las ganas de representar los colores de su país en la edición de 2020. Este año lo vuelven a intentar con un temazo de disco setentero que llamará la atención porque combina elementos que siempre funcionan en Eurovisión: estética llamativa, música pegadiza y atención internacional previa. Vayan preparando los abrigos por si el año que viene celebramos Eurovisión entre glaciares.
Los italianos llevan a Eurovisión al ganador del Festival de SanRemo, la gran cita anual de la música italiana. Eso les garantiza un buen puesto en la final ya que suelen llevar propuestas de calidad que conectan con el público. Este año apuestan por una canción rockera que puede dar la campanada.
Los lituanos “The Roop” eran de los favoritos para ganar en la edición fantasma del año pasado y vuelven a serlo en 2021. Su apuesta combina música electrónica, una puesta en escena divertida y un rollo que navega con éxito entre el rollito indie y los sonidos comerciales.
En 2021 somos muy 'gender fluid' y si además lo completas con un himno épico hasta el tuétano con mensaje de autoafirmación y respeto tienes asegurado el Top Five. Los suecos son unos clásicos en los primeros puestos y no parecen dispuestos a renunciar a su palmarés este año. La canción “Voices” se impuso el pasado mes de febrero en la preselección de la patria del Ikea y desde el primer minuto es una favoritísima. Ha sido utilizada para promocionar las series turcas de Divinity y por todos es conocido el proverbial y legendario don de las promociones del canal más rosa de Mediaset.
Los simpáticos habitantes de San Marino pueden quintuplicar su población si consiguen ganar el Festival y albergar en 2022 la próxima edición. Su apuesta de este año tiene papeletas: un tema discotequero, una cantante llamativa, una puesta en escena controvertida y un rapero de fama mundial (el rapero FloRida) como colaborador. Una cosa es segura: “Adrenalina” no va a parar de sonar este verano en todas las terrazas y beach clubs del Viejo Continente este verano.
Rara, moderna y pegadiza. La propuesta ucraniana no dejará a nadie indiferente. Combina música folk, sonidos electrónicos y lenguaje local. Genera odios y amores a partes iguales pero el ansia de apoyo de sus acérrimos defensores pueden llevarla al primer puesto del festival. Además cuenta con el apoyo de todos las antiguas repúblicas soviéticas cuyos corruptos jurados suelen apoyar a sus vecinos.
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