Tenemos nueva Princesa de Gales y es nada menos que nuestra Leonor de Borbón. Casa Real ha anunciado que la futura reina cursará los años de Bachillerato en una prestigiosa escuela situada en aquella región británica.
No es algo nuevo que los futuros reyes reciban una completa formación en el extranjero: su padre, Felipe VI, pasó unos años muy felices estudiando en Canadá y Estados Unidos donde además de profundos planes de estudio no faltaron las novias y fiestas universitarias.
Don Felipe tenía 16 años, uno más que Leonor, cuando se marchó del Palacio de la Zarzuela para hacer las Américas. El entonces príncipe estudió en el internado Lakefield School de Ontario el último curso antes de comenzar sus años de Universidad. Allí cambió las amplias estancias de palacio por una habitación compartida de 10 metros cuadrados y una férrea disciplina horaria que comenzaba a las 7 de la mañana con dos horas de deporte. Allí no era un royal, sino uno más de los 255 alumnos del centro, y era conocido por todos como “Flip”.
En sus conversaciones con su círculo más íntimo don Felipe asegura que aquella fue la experiencia más valiosa de su vida. El internado era un centro educativo de ensueño: se erigía en medio de un paisaje típicamente canadiense, situado a orillas de un lago y con grandes hectáreas de bosque de pinos a su alrededor.
Además de una educación de primer nivel, don Felipe aprovechó su aventura canadiense para practicar deporte. Allí estuvo en los equipos de fútbol, tiro con arco, piragüismo, hockey sobre hielo y cricket. El que fuera jefe de la Casa Real en los años dorados de la corona de su padre, Sabino Fernández Campo, rememoraba con cariño aquel curso, ya que sirvió al entonces Príncipe de Asturias para “aprender a buscarse nuevas amistades en un lugar lejano, en el que se hablaba otro idioma y él era menos conocido que en su país, donde podía estar rodeado de atenciones y, a veces, hasta de aduladores no siempre convenientes”.
Varios años más tarde don Felipe volvió a cruzar el charco: lo hizo en 1994 para estudiar en la Universidad de Georgetown, en Washington. Allí cursó un máster en relaciones inernacionales. En aquellos dos años don Felipe compartió veladas de estudio y de diversión con su compañero de apartamento, Pablo de Grecia, y conoció a una de sus novias más mediáticas: Gigi Howard.
Fueron los paparazzis quienes descubrieron el romance: en 1995 don Felipe era fotografiado en la isla caribeña de San Martín junto a su novia, hija de un empresario mexicano, en actitud cariñosa. La relación duró cerca de tres años pero se rompió coincidiendo con la graduación del monarca, que volvió a España con una gran tarea por delante como Heredero.
Ahora es el turno de Leonor de vivir todas esas experiencias: idiomas, nuevos amigos, formación de primer nivel y quién sabe si su primer amor. Estaremos muy atentos.
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