Invitados traidores: las exclusivas reventadas en las celebraciones vip

CARLOS OTERO 06/10/2016 12:15

Los famosos tienen una nueva obsesión: los topos que les revientan las exclusivas que han vendido a las revistas. Las medidas de seguridad de la boda de Kiko Rivera e Irene Rosales, que tiene lugar este viernes, son mayores que las del Pentágono y la CIA: invitaciones trampa, exigencias documentales, prohibida la entrada de móviles y, para colmo, los acompañantes de los invitados deben contar con el beneplácito de los contrayentes. La pareja ya vivió en sus propias carnes cómo un invitado del bautizo de su hija chafó la exclusiva que tenían cerrada con ‘Hola’.

El tema de los traidores y topos en las celebraciones VIP se ha convertido en un aspecto de primer nivel, y es que los anfitriones se juegan varios miles de euros si les revientan la exclusiva. Recientemente se han multiplicado los casos de invitados ingratos y desleales que filtran imágenes de estos eventos de postín. El último y más mediático, el de la boda de Kiko Matamores y la simpar Makoke. La filtración de las imágenes del enlace del colaborador podrían haberle costado la friolera de 45.000 euros.

Una semana antes, Rocío Carrasco pasó por el mismo trance. La abogada Macarena Cortés publicó en su cuenta de Instagram una fotografía en la que se desvelaba el secreto mejor guardado: el traje de la novia. "Momento únicos, días mágicos, boda del año", escribía la letrada junto a un montaje fotográfica en el que, además de la imagen junto a Rociito publicaba otras junto a Paulina Rubio y Miguel Poveda. Para cuando la eliminó de su cuenta, ya era desmasiado tarde: había reventado una de las exclusivas más esperadas del año.

Un invitado reventó el 'business' que Fran Rivera se había montado casándose dos veces con Lourdes Montes. Aunque los novios habían avisado de que se tomarían medidas para evitar filtraciones que pudiesen arruinar la exclusiva que los contrayentes habían firmado con la revista Hola, no habían pasado ni 24 horas cuando algunas instantáneas de la boda ya estaban circulando por Internet. El estrenado matrimonio vio arruinado su negocio, se había revelado el vestido de la novia.

El mejor amigo del Rey Felipe, Álvaro Fuster, vivió un episodio semejante. En abril de 2012 se casaba en Málaga con Beatriz Mira, exnovia de Carlos Baute, con los entonces Príncipes de Asturias e Isabel Sartorius como invitados. Los invitados hicieron fotos con sus móviles y ocurrió el drama: en dos horas, las fotografías corrían como la pólvora y todas las revistas tenían imágenes del enlace. Eso sí, 'Hola', que contaba con la exclusiva, contaba con las más profesionales.

En 2011, la víctima de este mal fue Chayo Mohedano. Las imágenes del primer baile, del vestido o de los novios cortando la tarta circularon por las redes sociales antes de que saliese la exclusiva al kiosko. La revista jugó entonces con el morbo de las fotos inéditas del enlace en la que compartían escena Rociíto, Rosa Benito, Amador y Ortega Cano.

Esto de las exclusivas reventadas no es exclusivo de esta época de smartphones y las redes sociales. Viene de mucho antes, y si no que se lo cuenten a Marta Sánchez. Cuando se casó en 1995 había vendido la exclusiva a 'Hola', pero las cuatro revistas del corazón de entonces llevaron el evento en portada. Los avezados paparazzis consiguieron imágenes de la novia del trayecto que realizó de la ermita al convite, a pesar de que se envolvió a la diva entre sábanas a modo de tienda de campaña andante. Un avezado fotógrafo metió la cámara entre las telas y consiguió la buscada instantánea.