El discursito de que vivimos en una sociedad que valora el físico por encima del talento podría tener los días contados. El éxito ya no es sólo para las chicas con caras perfectas y medidas de escándalo. Ahora las que parten el bacalao son las antiguapas (¿eufemismo? Quizás, pero yo, amante de la creación de vocablos, prefiero definirlo como neologismo). En las revistas, entre las estrellas cono medidas de escándalo y rostros angelicales se han colado rostros grotescos y especiales y de formas imperfectas. Lena Dunham, de Macarena Gómez, de Bimba Bosé…
La gran musa de las antiguapas es precisamente la actriz y guionista de la serie ‘Girls’, Lena Dunham. La estrella norteamericana, que hace del feísmo su bandera, es una de las personalidades más importantes en el star system mundial: Contratos millonarios, legión de seguidores en todo el mundo y la inclusión de su nombre en la prestigiosa lista de las celebridades más influyentes del planeta por parte de la revista Time.
Pero no hay que irse a los Estados Unidos para encontrar ejemplos. En España estamos sobrados de ‘antiguapas’. Macarena Gómez (Lola en ‘La Que se Avecina) es la actriz de moda del cine español: no falta a un sarao modernity, está nominada a un Goya y es amiguita de los Cashiragui. Una it-girl en toda regla que además podría estar esperando descedencia –ella ni confirma ni desmiente.
Rossy de Palma, una antiguapa de toda la vida, vuelve a estar súper de moda después de que Almodóvar haya confirmado que volverá a trabajar con ella en su próximo largometraje. Además ha presentado su primer corto como directora y triunfa como Disc-Jockey. Nathalie Seseña (que también sale en ‘La Que Se Avecina’) también puede presumir de estar en su mejor momento profesional. ¡Y sigue tan antiguapa como siempre!
La moda, también
Si hay un sector que rinde pleitesía a la belleza es el de la moda y en él también están penetrando con fuerza las mujeres de belleza distraída. La modelo más ‘it’ del mundo, Cara Delenvigne, sirve como ejemplo. Se la rifan los principales diseñadores y revistas y entre sus ‘virtudes’ se encuentran pobladas cejas, ojos desorbitados...
En España tenemos, por ejemplo, a Bimba Bosé. La sobrinísima de Miguel Bosé no tiene una belleza al uso y sin embargo es una de las celebrities más cotizadas en el mundo de la moda, la publicidad y las artes. ¿Su gran valor? Pues precisamente su androginia y su look a medio camino entre lo grotesco y lo vanguardista.
Televisión sin complejos
En la tele también encontramos ejemplos del triunfo del talento por encima de los cánones clásicos de belleza. La audiencia no quiere bustos parlantes y eso se nota. Paz Padilla triunfa en las tardes de Telecinco presentando varios días a la semana ‘Sálvame Diario’ y es la encargada de presentar los especiales musicales de la cadena en Nochebuena y Nochevieja desde tiempos inmemoriales.
En la misma línea encontramos a Yolanda Ramos, una de las pocas presentadoras de ‘Hable Con Ellas’ que se encontraba en el elenco inicial y que continúa en primera línea del late show más exitoso de la tele, y acaba de ser nominada a los Goya, sorprendentemente, a actriz revelación (aunque lleva muchos años en esto).
Divas del pop
Finalizo este tratado hablando de divas pop. La gran revelación de la música pop actual no es una Barbie al estilo Spears si no la cantante Meghan Trainor la de ‘All about that bass’ en las que, precisamente, hace apología de romper con los cánones habituales de belleza. Antes que ella Lady Gaga ya se exhibió como sex symbol a pesar de su rostro descompensado.
Y para diva del pop nuestra Alaska. Olvido Gara personifica a la perfección el ejemplo de la 'divinidad diferente'. No es alta, no es guapa, no es delgada, su look es absolutamente extremo… ¡¡Y es divina!! Da igual su color de pelo, el tamaño exagerado de sus pechos o su gusto desmedido por el fast-food: musa, icono, diva… No hay adjetivos suficientes para definirla.