Este negocio es una ruina: las (fallidas) aventuras empresariales de los famosos

Carlos Otero 02/04/2013 10:38

El cierre de 'La Bardemcilla', el restaurante que la familia Bardem regentaba en el corazón de Madrid, conmocionaba hace unos días a los seguidores de la familia de ideales comunistas y arrancaban el inicio de una semana horribilis para el clan que acabó con la matriarca, Pilar Bardem, ingresada en una exclusiva clínica privada de la capital. Esta ruina empresarial no es la primera que viven los famosos dentro y fuera de nuestras fronteras, muy dados a embarcarse en negocios de todo tipo sin haber estudiado Administración de Empresas.

El cerrojazo al bussiness hostelero de los Bardem recuerda al que vivió la Madonna de la copla, Isabel Pantoja, con el complejo de ocio “Cantora” en Fuengirola. El restaurante, y la discoteca (bautizada con el refrescante y juvenil nombre de “Kantora Kopas”) resultaron un auténtico agujero económico para la ex primera dama de Marbella y marcaron el inicio de sus graves problemas monetarios. Lo mismo le pasó a Britney, que cuando quiere es muy pantojil, cuyo restaurante “Nyla” solo duró seis meses abierto.

Y es que los restaurantes y los famosos no siempre forman un buen matrimonio por mucho que las celebrities se empeñen en dar de comer al vulgo. Antonio Banderas abrió hace unos años el restaurante 'La Posada de Antonio' con intenciones de convertirse en una franquicia internacional entró en concurso de acreedores en 2006. Lo mismo le pasó en los 90 a sus compañeros de profesión Arnold Schwarzenegger, Sylvester Stallone y Bruce Willis con la malograda cadena de restaurantes temáticos ‘Planet Hollywood’

Las reinas de las pasarelas noventeras, Claudia Schiffer, Naomi Campbell y Elle Macpherson, pasaron un calvario parecido con el ‘Fashion Café’. Las supermodelos abrieron cafeterías por todo el mundo, entre ellas una en Barcelona, que no tardaron ni un año en echar el cerrojo y colgar el cartel de ‘Se traspasa’.

Los Bosé, a pique

Los Bosé, como los Bardem, son una saga de artistas que no están teniendo suerte en el mundo empresarial. La empresa de jamones del cantante de ‘Don Diablo’ fue intervenido y suspendido en febrero del año pasado y, para colmo de males, el hotel rural que su familia había abierto en Badajoz. Rocamador era un hotel rural de cuatro que ha tenido que echar el cerrojo según confirmaba Carlos Tristancho, exmarido de Lucía Dominguín Bosé y copropietario.

La ruina de Lolita

Lolita Flores también ha tenido que bajar la persiana de sus negocios. La primogénita de Lola Flores se convirtió en empresaria y diseñadora de menaje del hogar y camisetas, gastó todos sus ahorros en comprar un enorme stock y en abrir una tienda y el negocio no resultó. “Cómo no me van a quedar deudas si metí muchísimo dinero, muchos millones de pesetas, y la cosa no funcionó", declaró a la revista Hola la hermana de Rosario.

Agencias de modelos, lavanderías, negocios piramidales…

Mar Flores y Sofía Mazagatos abrieron una agencia de modelos en el año 1996 que acabó como el rosario de la aurora. El negocio no duró abierto ni un año y además de generar pufos financieros provocó una enemistad irreconciliable entre ambas maniquís.

También se dan casos de negocios ruinosos la mar de peregrinos: Según el rotativo brasileño ‘O Dia’, el ex futbolista Romario acumula una deuda de 3,7 millones de euros por culpa de un negocio piramidal. Esto le está trayendo muchos problemas porque alguno de sus acreedores le está amenazando de muerte.

Jesulín de Ubrique, torero, ex cantante y ante todo ex novio de Belén Esteban, montó un negocio de plantación de fresas que le costó una millonada y Antonio David, el ex de Rociíto, se arruinó montando una cadena de lavanderías. Y es que como dice la canción... “Manolete, si no sabes torear, ¿’pa’ que te metes?”