Los regalos más extravagantes de las celebs

Carlos Otero 09/12/2013 16:10

Angelina Jolie sorprendía la semana pasada a Brad Pitt (y también a nosotros) regalándole una isla con forma de corazón para demostrarle su amor incondicional, eterno y verdadero. El presente, valorado en 19 millones de dólares (15 millones de euros), es sólo el último de los regalos extravagantes que las divi-parejas se regalan entre sí. ¿Cenas? ¿Complementos? ¿Detalles? ¡Por favor! Eso es de pobres, anónimos y plebeyos.

Motos, coches y aviones

Lo de los regalitos del matrimonio Pitt-Jolie viene de lejos. En anteriores ocasiones la pareja ya había saltado a primera plana de los medios de comunicación por sus extravagantes (y carísimos) parabienes. Cuando Brad cumplió 44 años, Angie le compró una una motocicleta de 100.000 dólares, con una la frase “My Sweetheart, the Drunk” en el manillar. La inscripción proviene de un álbum de Jeff Buckley, el cantante preferido de Brad.

La motito de Pitt se queda en una baratija al lado del regalo que recibió Salma Hayek por parte de su multimillonario esposo, Francois-Henri Pinault. El adinerado y servicial marido de la amiguita de Pe le compró nada menos que ¡un avión privado para ella sola! Si yo que me pongo contento cuando con la tarjeta de puntos de la gasolina me permite rellenar el tanque de mi utilitario con descuento, no quiero imaginar la felicidad de Salma cuando descubrió el regalo. O de Jay Z, cuando, por su 41 cumpleaños, recibió de manos de Beyoncé un Bugatti Veyron Grand Sport, uno de los coches más velocer y caros del mercado, que pasó a engrosar la colección de vehículos de lujo del rapero.

Bienes inmuebles

Una escapada romántica es un regalazo. Un viaje a África es una maravilla. Pero una finca en Kenia es un escándalo. Alberto Cortina le regaló a su esposa Elena Cué en el año 2007 una propiedad en el país africano. La enorme finca, llamada Ol Jogi, es una granja con todo lujo de detalles que cuenta con 500 kilómetros de caminos, 55 lagos artificiales y unos 400 empleados, que viven en el recinto de 26.000 hectáreas con sus respectivas familias. Casi nada.

Algo más discreta es la casa que el productor Tommy Mottola le hizo a Thalía. El productor discográfico le regaló a la diva mexicana un rancho con lago privado valorado en 47 millones de dólares. Al lado de esta choza el polémico Palacete de Pedralbes de la Infanta es una chabola de Valdemingómez.

Zapatos, cenas románticas, regalos picantones...

Un buen par de zapatos es también un regalo muy correcto para una novia enamorada, ¿verdad? Eso es lo que debió pensar Marc Anthony cuando estaba casado con J.Lo; y le compró unas sandalias de oro de 18 kilates valoradas en 24.000 dólares. ¡Eso sí que es pisar ‘on the floor’ con garbo!

Justin Bieber siempre ha sido de traca. Cuando estaba con Selena Gómez se le ocurrió una idea romántica tan excéntrica como innecesaria. El cantante favorito de Andreíta Janeiro alquiló el estadio de los Lakers, el Staples de Los Angeles. ¿Para qué? Pues allí vieron juntos la película 'Titanic'. ¿No sería más romántico, cómodo y barato verlo en casita abrazados en el sofá? Pues se ve que no…

Algunas parejas aprovechan las ocasiones especiales para regalarse juguetitos sexuales. David Beckham y Victoria son de ese tipo y el afamado jugador de fútbol le regaló hace unos años a la ex Spice un vibrador. Pero no uno cualquiera: David compró un vibrador de platino y diamantes valorado en dos millones de dólares. A mi tener ese dinero me da más placer que cualquier juguetito picante. ¿Qué no?

Niñas malcriadas

Los regalos excéntricos y carísimos no sólo tienen lugar en el mundo de la pareja, a veces son los hijos los destinatarios de estos inútiles y carísimos obsequios. En lugar de recibir una muñeca Barbie, como corresponde a las niñas de su edad, Tom Cruise y Katie Holmes le regalaron a su hija Suri un poni valorado en más de cien mil dólares, así como unos pendientes de diamantes y numerosos vestidos. Si la niña les sale repelente que no nos digan nada.

Beyoncé y Jay-Z sí que decidieron regalarle a su hija una Barbie. Hasta aquí todo normal. Sin embargo si especificamos que la muñeca contaba con 160 diamantes e incrustaciones en oro y está valorada en sesenta mil euros la cosa cambia sustancialmente.