El triángulo amoroso del presidente Hollande sigue dando opción a que este blog teorice sobre las conductas de los famosos cuando protagonizan infidelidades. La semana pasada nos enterábamos de que la esposa de Chirac, que también pasó por situaciones semejantes cuando era la señora del Palacio del Elíseo, escribió a la triste Primera Dama en funciones con su situación. Pero no es la única VIP que ha acudido al rescate de otra movida por la solidaridad y la empatía de llevar públicamente una cornamenta.
Bernadette Chirac explicó en un programa de televisión que había escrito a su sucesora en el cargo de 'Primera-Dama-francesa-engañada' para solidarizarse con su tristeza. La octogenaria señora de Chirac aseguró en su día que había perdonado los deslices de su marido: "Naturalmente, ha sido un mujeriego, ¿qué hombre político no lo es o no lo ha sido? Pero hay algo muy fuerte entre nosotros. Las mujeres corren tras el poder. Es así, hay que saberlo".
Eva Longoria, que padeció públicamente por la infidelidad de su ex marido Tony Parker –tuvo un affaire con una amiga suya- no dudó un instante en apoyar a Demi Moore cuando la actriz padeció lo propio con las aventuras de Ashton Kutcher. “Le mando todo mi amor y apoyo a una de las personas más bellas que conozco”, escribió la ‘mujer desesperada’ en su tuiter añadiendo una mención a la cuenta de Demi.
Por su parte Eva Longoria encontró refugio para sus penas en Victoria Beckham, la cual había lucido cuernos tras la confesión pública de su marido con respecto a sus idas y venidas con Rebecca Loos. La historia no acabó igual en el caso de Posh Spice, quien sí decidió perdonar el desliz de su marido.
Jennifer Aniston y Reese Witherspoon son BFF (Best Friends Forever) por obra y gracia de la infidelidad. Cuando saltó la noticia de que Ryan Phillipe abandonaba Reese por la actriz Abbie Combish, la buena de Jennifer cogió el teléfono para mostrarle todo su apoyo a su compañera. Y es que ella había pasado exactamente por lo mismo cuando Brad Pitt la dejó colgada como un jamón para caer postrado ante los encantos de Angelina Jolie. Desde entonces las dos rubias son uña y carne.
En territorio patrio encontramos el caso de Patricia Rato. La ex esposa del torero Antonio Ruiz “Espartaco” se lamió las heridas de su divorcio con la ayuda de Genoveva Casanova. La bella mexicana sirvió de pañuelo de lágrimas a la madrileña y es que ambas habían aguantado con estoicidad las aventuras extramaritales de sus respectivos esposos.
A veces el que muestra solidaridad con el cornudo es el propio ‘ex’. Eso es lo que le pasó a Bisbal cuando acabó su historia con Elena Tablada tras las presuntas infidelidades de la joven de carnosos labios. Chenoa, que había llorado ante las cámaras la traición amorosa del cantante almeriense, manifestó en público su apoyo al de los rizos: “Lo siento mucho por David, yo pasé por lo mismo", declaró la mallorquina.