Zapatera a tus zapatos

divinity.es 07/12/2012 11:14

¿Qué te hace pensar que si tienes éxito con tus discos eres buena literata? ¿Top Models que ansían un Grammy? ¿Eres muy buena actriz pero quieres diseñar desde niña? Algunas de nuestras famosas se creen que son la alternativa Divinity a Leonardo Da Vinci, o lo que es lo mismo, iconos humanistas del Renacimiento, que lo mismo te escribían un manual poético que dibujaban los planos de una aeronave. Recordamos algunos casos de VIPs que nunca debieron haberse 'extralimitado' de sus funciones.

Madonna, reina del pop y punto

Madonna es un hacha para la música pop. Sus éxitos musicales durante más de 30 años así lo atestiguan. Sin embargo, es un desastre cuando se pone a hacer otras cosas y ella que es 'doña erre que erre' no se da por vencida: actriz mediocre, desastrosa directora, escritora de libros de cuentos para niños poco menos que recomendados por Herodes y diseñadores de unos chándales de táctel para abrir el gas.

Su equivalente en España, nuestra Marta Sánchez, no ha metido la pezuña en tantos sectores artísticos, pero su incursión en el mundo del cine vale por mil. Su papel protagónico en la película 'Supernova' hizo dudar a aquellos que fueron al cine a verla. Se rumorea que hay incluso una asociación de damnificados con querellas interpuestas en el Tribunal Supremo.

Modelos fuera de la pasarela

Las modelos también intentan hacer carrera fuera de las pasarelas con escaso éxito. Martina Klein se hizo cargo de un programa semanal sobre famosos en una cadena de televisión. El experimento duró una única emisión.

Nieves Álvarez también se ha metido a presentadora de televisión y, de momento, no es que vaya a recibir el 'Emmy'. La maniquí presenta un programa en la televisión pública que evidencia lo mal que se gestionan nuestros impuestos. Según la crítica especializada, "su plató, una pasarela de moda, sirve para que su presentadora nos muestre en cada entradilla un estilismo diferente y poses imposibles: cero naturalidad". Judith Mascó, que condujo las dos primeras ediciones de Supermodelo, tampoco es que fuese una comunicadora de primera, pero se defendió.

Otros casos tremebundos fueron las incursiones discográficas de Antonia Dell’Atte y Naomi Campbell. En los años noventa, Naomi Campbell publicó un album musical titulado 'Babywoman' que pasó desapercibido en las listas de éxitos. Por otra parte, la musa de Armani, enemiga de Ana Obregón, ex presentadora y polemista Antonia Dell'Atte publicó en el año 2000 un single indescriptible titulado 'He comprado un hombre en el mercado'.

Actrices de método

Lindsay Lohan es una de nuestras actrices favoritas de todos los tiempos. Nos encanta como lo hace en 'Chicas Malas', 'Herbie a Tope' o 'Sé quien me mató'. Sin embargo nuestra pelirroja díscola favorita intentó sacarse un sobresueldo ejerciendo de diseñadora para la marca 'Ungaro'. Tras las pésimas críticas que levantó su colección la marca optó por despedirla.

De manera inversa, tenemos el caso de Mar Flores. La socialité más exclusiva de Madrid intentó ser actriz en varias ocasiones y debutó en el cine de la mano de nada menos que José Antonio Bardem. 'Resultado Final', nombre de aquella película, fue considerada por la crítica un final indigno para la trayectoria del afamado cineasta español.

Los negocios no son para mi

A los famosos les pirra la idea de montar negocios sin haber cursado la carrera de empresariales. Y así les va… Obviando el caso de Urdangarín, encontramos muchos casos de pésimos bussiness liderados por VIPs: las fresas de Jesulín de Ubrique, el desastroso restaurante de Jennifer Lopez.

Otra ruina fue la archifamosa cadena de restaurantes de las estrellas 'Planet Hollywood', que vivió su época de esplendor en los años 90. Arnold Schwarzenegger, Bruce Willis y Sylvester Stallone eran algunos de los accionistas de esta cadena que se declaró en quiebra en 1999.

Natalie Portman, defensora de los animales, apostó por un negocio que realizaba calzado cómodo utilizando pieles artificiales. El alto precio de los zapatos (200 dólares) provocaron que su clientela fuera mínima y que cerraran la tienda pocos meses después.