Vestidas para acabar con el mundo

divinity.es 20/12/2012 17:35

Tras siglos de civilización, barbarie, cultura, y afortunadamente, también procreación de la especie, termina el mundo. Al menos acaba tal y como lo conocemos, o eso dicen en Cuarto Milenio. En cualquier caso, si analizamos ciertos estilismos de estos últimos días, en efecto, aventuraremos el fin de los tiempos.Haciendo un somerísimo repaso de eventos, noticias y paseos de celebrities en estos últimos días, percibimos signos inequívocos de que el Apocalipsis se acerca ¿Me acompañan a investigarlo?

Aquí tenemos a la precoz Drew Barrimore, estrella de primer orden, vestida de homeless con una bebida XXL en la mano. Por el aspecto parece un batido o un café, aunque por la expresión de Drew, bien podría ser un gin tonic.

Otra megacelebrity que va un tanto abandonada en cuanto a su aspecto (y esto no es nuevo), es la singular Britney Spears. Lo que sorprende no es que vaya tan… “cómoda”, sino la mochila tan sobria y adulta de Angry Birds y el cachorrito que parece querer salvar del inminente fin del mundo. Se ve que está buscando el arca de Noé.

La Expice pepona, Geri Halliwell espera un cataclismo nuclear por enfriamiento. A juzgar por su aspecto, debe estar esperando a que el sol desaparezca.

La cantante Pink es otra que parece prepararse para el gran final. De hecho, debe tener un búnker acorazado en algún rincón, porque de esta guisa fue a por provisiones. Sólo me lo explico si va con mucha, -muchísima- prisa.

Pero si algo hace posible, cercano y real el fin del mundo, es la degradación de cierta gente. ¿Recuerdan al atractivo Mickey Rourke de “9 semanas y media”? Queridos lectores, claro que el paso del tiempo afecta a todos, pero esta falta de interés es otro signo tan inequívoco del fin de los tiempos, como cualquier plaga bíblica. ¿Qué necesidad hay de llevar las gafas por encima del gorro? A mí hay demasiadas cosas que se me escapan en este hombre---

Algo parecido sucede con Richard Clayderman, el afamado pianista, que se presentó con chaqueta chandalera a un importante evento en Beijing, China.

De esta misma corriente heladora parecen ser la trendsetter Sarah Jessica Parker, su marido Matthew Broderick y sus hijas Marion y Tabita. Los cuatro están preparadísimos para cuando vuelva la edad de hielo al planeta Tierra, unidos como la familia modélica que son.

Ver a la cantautora Bebe posar con bambas de cuña y sujetando un calendario, tan seria, me recuerda más a una secuestrada que a una artista solidaria, que es lo que es ella en realidad. Se trata de una foto muy traicionera, que pese al mal rollito que da, muestra la disposición que tiene siempre Bebe para apoyar una buena causa. ¡Bravo por ella!

A la festivalera, alocada e incombustible Rihanna, acostumbrada a mostrar carne y voz, la pillaron en el aeropuerto de Los Angeles de incógnito: Muy tapada y con cierto aire intelectual. Algo raro, raro, raro.

Vale que Mariah Carey (muy importante pronunciar “Maraia”) guste de ir ajustadita y/o en enaguas. Pero este navideño disfraz de Ferrero Rocher, tan vistoso, no corresponde a una presentación de un disco o un evento festivo. Mariah (“Maraia”) estaba dando un “paseo informal”. Así, en pleno invierno. ¡No me digan que no está pasando algo extraño en el mundo!.

Si los Rolling Stones han sido llamados “sus satánicas majestades”, ahora, en diciembre de 2012 tiene más sentido que nunca. Miren sino a Mick Jagger a sus 70 añitos de nada, dándolo todo con Lady Gaga (que tiene 27). Tan amiguitos sobre el escenario… ¿No es una imagen luciferina?

Otras que presagian el fin de la vida tal y como la conocemos son las hermanas Kardashians. ¿Por qué van vestidas de coristas de cuarta? Y lo que es más grave ¿Por qué amasan una fortuna tan generosa? ¿Existe algún tipo de conspiración de dinero y poder que desconocemos

Pero lo que más me desasosiega en cuanto a señales estéticas del fin del mundo del famoseo, son las sacerdotisas: Una serie de personajes que practican sus desconocidas mancias sin que en apariencia nos estemos enterando de nada. Paloma San Basilio, por ejemplo, presentó sus propios cuadros (hermosamente apocalípticos) con esta falda-túnica-pantalón que no alcanzo a comprender.

La princesa Mette Marit acudió hace unos días a una gala en Alemania de esta guisa. He de decir que el vestido, me gusta, pero no tengo claro si es de novia o de una secta crudivegana milenaria.

El caso contrario es Dita von Teese, que sin desprenderse de su peculiar estética vintage, presentó así de gótica un perfume. No cuestiono su estilo, (que en esta ocasión me chifla), sino el carácter fúnebre tan raruno que impregna la imagen.

Andrea Huisgen es esta belleza que representa a nuestro país, y que aquí va vestida precisamente de Miss España. Aunque la pose es algo flamenca, los tules y la tripilla al aire, nos dice que aquí hay una conspiración en toda regla. ¿Qué está ocurriendo aquí? ¿Qué va a ser de nuestro país en esta nueva era?

Precisamente, la representante mexicana del certamen Miss Mundo, podría tener la respuesta. Ella, vestida de sacerdotisa maya, parece ser la única que se entera de cómo va a terminar el mundo.

De una forma o de otra, hay tantísimas cosas que podríamos interpretar como el fin de los tiempos, que quizá debamos comenzar a enfocarnos en crear un mundo mejor, o como mínimo, con más estilo. ¿No creen?