Desayuno en Tiffany's

divinity.es 19/04/2013 12:56

Literal... en Tiffany's, pero sin la maravillosa Audrey Hepburn. Jueves de una mañana fría de abril en la Quinta Avenida. La esquina más famosa, la Calle 57, que adornan los escaparates mas deseados. Decenas de cámaras de televisión, fotógrafos y varias limosinas eternas, negras con los cristales tintados. Hacía tiempo que Tiffany's no montaba un numerito semejante. La cita era para la presentación de las Joyas 'Gran Gatsby', realizadas en exclusiva por los joyeros de la casa para la película que protagoniza Leo Di Caprio y que se estrena el próximo 10 de mayo.

Expectación máxima. De una de las limusinas salen dos de los protagonistas del desayuno: Baz Luhrmann, el director de la película y, junto a él, Catherine Martin, la diseñadora del suntuoso vestuario de la película. Vestuario cosido por las costureras de Prada y con la supervisión directa de Miuccia Prada.

Catherine, Miuccia y Richard Moore –Vicepresidente del Departamento de artes creativas de Tifannys- han creado un equipo extraordinario, que dota a la pelicula de joyas imposibles, diamantes y perlas que transportan a los 'locos años 20', con cero decadencia, mucha personalidad y kilos de kilates.

Art Decó, collares interminables de perlas de todos los tamaños, diseños geométricos, ónix, tiaras… todo para reflejar un espíritu de renovación, de modernidad, actualizando la histórica y emblemática novela de Scott Fitzgerald y reflejando, en el caso de las mujeres, que no solo tenían independencia sino cualidades extraordinarias.

Los años 20 fueron los de Coco Chanel o Jean Lavin en Francia, y de la explosión del Jazz en Estados Unidos y toda su genialidad reflejada en el personaje de Daisy. ¿Se imaginan el valor hoy en día de un collar de perlas que en 1925 costó 350.000 dólares? Daisy nació entre joyas, y Tiffany's ha reflejado todo el esplendor de la época.

Piezas exclusivas en platino, con diamantes y perlas australianas, cuyos precios al público no han sido revelados. Si estas interesado en comprar una de las piezas, simplemente te tienes que poner en contacto con la joyería neoyorkina y cerrar una cita privada. Si no tienes presupuesto para tanto, siempre quedan las réplicas en plata para los enamorados de la peli, el libro o Tifanny's. Desde 600 dólares hasta 900 dólares cuesta una réplica de uno de los collares de la protagonista.

Y claro, una después de semejante festival de joyones uno piensa cuándo se los puede colocar. Y nada más fácil en Nueva York o en los Hampton una tarde de verano en compañía de Leslie Alexander. Este hombre es un millonario, amante del vino, que ha decidido transformar una finca de patatas en un espacio 'gourment' de catas y compras de los mejores vinos del mundo.

Para ello ha invertido cinco millones de dólares en adecuar la casona de la finca, y preparar las estanterías adecuadas para degustar un Chateau Petrus. Si quieres asistir un fin de semana con todo incluido, el precio son 50.000 dólares. Más de 6.000 botellas de los mejores caldos del mundo están esperando a ricos, muy ricos en Bridgehampton.