Nuria Marín ha pasado la Semana Santa en la isla de Fuerteventura. Tras varios días de sol y playa de los que ha presumido en su cuenta de Instagram, la presentadora ha regresado a la rutina en Barcelona. Y con la rutina ha aparecido un dolor de muelas y han vuelto sus habituales entrenamientos, sin los que la periodista no puede vivir.
Pese a haber hecho doscientas sentadillas el día anterior, la presentadora se ha lanzado a la calle a correr cinco kilómetros y a hacer una visita a la farmacia. Y lo ha comentado todo en sus stories de Instagram, grabándose con sudadera y gorra desde la calle. La presentadora ha tenido que hacer frente a los comentarios de un hater, que ha criticado su aspecto en dichos vídeos: "Joder, qué fea eres sin maquillar", le han respondido a uno de sus stories.
Nuria no lo ha pasado por alto y ha querido contestar directamente a este usuario, dejando muy clara la importancia que le da ella al hecho de ir sin maquillaje: "¿En serio estamos en este plan? ¿En serio hay gente que no entiende que después de correr estás hecha un cuadro y a mí me la pela salir fea porque es la puta realidad?", ha zanjado la presentadora.
Esta naturalidad es una de las constantes de Nuria en sus redes sociales. La catalana siempre se ha mostrado muy sincera con sus seguidores. Lo ha hecho esta vez, hablando de su rostro sin maquillaje. Lo hizo en su día reconociendo lo que le costaba quitarse las cartucheras. Y lo ha vuelto a hacer en las últimas horas. Durante sus vídeos ha confesado que se trataba de su segundo día con la menstruación, y ha reconocido que utiliza una copa menstrual. "No me está doliendo nada, espero haberme puesto bien la copa, porque a veces me la pongo de lado y cuando vuelvo a casa de entrenar me encuentro un regalito en las braguitas". Hasta ha dado un consejos a sus seguidoras: Por cierto, 'truqui' de 'maruji': las manchas de sangre se van con agua muy fría, nunca con agua caliente".
Por desgracia, esta crítica a su aspecto físico no es el primer episodio de este tipo al que ha tenido que hacer frente la catalana. El año pasado ya tuvo que lidiar con los ataques y las faltas de respeto de algunos usuarios que criticaban su look para acudir al gimnasio una mañana. "Qué fea sin maquillar", "Pareces más vieja" o "Qué cara de choni" fueron algunas de las lindezas que le dedicaron en Instagram. Nuria aprovechó entonces sus respuestas para enfrentarse a la tiranía de la perfección en las redes sociales.
"Sé que voy despeinada, que las gafas no me quedan igual de bien que ir sin gafas, ¿pero qué hago?: ¿Sólo subo stories cuando estoy en plató maquillada? ¿Qué mierda de dictadura es esta en la que tenemos que estar guapas todo el día? Es que me cabrea, en serio", aseguraba entonces la presentadora con una reflexión que fue muy aplaudida por sus seguidores.