El pasado mes de agosto, Shaila Dúrcal lanzaba un comunicado para informar a sus seguidores de que estaba pasando por un mal momento. Había sufrido un accidente que le hizo perder parte de su dedo índice derecho: “Tengo una amputación traumática”.
Durante estos meses, Shaila nos ha mostrado su fortaleza, publicando imágenes en las que poco a poco, tras largas sesiones de rehabilitación, conseguía recuperar parte de la movilidad de su mano. Y todo esto, para más mérito, intentando no perder la sonrisa.
Para sobrellevar mejor este proceso, ha contado en todo momento con el apoyo de su marido, que también es su productor y director musical, Mario Dorio Ferreira, quien se encarga de acompañarla en las terapias, y de aplaudir cada avance. Él mismo fue el encargado de publicar una foto en la que nos enseñaba como Shaila había recuperado gran parte de la movilidad de su mano, y conseguía agarrar un sándwich. El gesto, que puede parecer muy sencillo, en el caso de Shaila se convirtió en toda una celebración, y una recompensa a sus esfuerzos.
Pero en su último story de Instagram, Shaila nos enseña la cara más difícil de todo este proceso: el dolor de la rehabilitación. Ha compartido un vídeo en el que está realizando uno de los ejercicios para recuperar la movilidad, acompañado de un “Ouch” con el que nos podemos imaginar lo doloroso que tiene que ser para ella hacer ciertos movimientos.
Tal y como ha contado en muchas ocasiones, la cantante está recibiendo muchas muestras de cariño y mensajes de ánimo de sus amigos y seguidores, que le llenan de fuerza para poder seguir mejorando, para poder retomar la rutina con la mayor normalidad posible.
Cuando tuvo el accidente, se vio obligada a suspender algunos de los conciertos que tenía previstos por América. Afortunadamente, ya ha retomado sus actuaciones, aunque alterna su carrera musical con la dura rehabilitación, aunque siempre con una actitud muy positiva ya que los médicos le han asegurado que, con esfuerzo y constancia, podría recuperar toda la movilidad.
Hace solo unos días, Shaila compartía una imagen de la boda de sus padres acompañada del texto: “El 15 de enero de 1970 se unían mis padres en matrimonio! 49 años de casados habrían cumplido, aquí os seguimos celebrando y así será para siempre! Feliz Aniversario y a por las bodas de oro! Os extrañamos”.
Para ella, siempre han sido un referente de amor y, desde que no están, les echa mucho en falta. De ellos heredó la pasión por la música, que se ha convertido en su profesión, en la que no deja de cosechar éxitos.