La evolución de Clemence Poésy

divinity.es 22/07/2011 11:36

Así también soy moderna yo

A pesar de que llevaba trabajando en el cine francés desde 2001, no fue hasta 2005 que Clemence Poésy se hizo conocida internacionalmente gracias al papel de Belle Delacour en Harry Potter. Pero aún tuvo que esperar algo más, hasta este año (que participó en Gossip Girl), para convertirse en icono de estilo.

Y en muy poco tiempo ya han corrido ríos de tinta. Que si aporta un discreto charme francés allá por donde pasa, que si es sinónimo de parisina chic o incluso que si es lo más parecido a una nouvelle vague fashionista que devolvería a Francia (bastante escasa de iconos) al podio de la moda. A pesar de que todas las descripciones tienen un aire grandilocuente y rimbombante, puede que no estén tan alejadas de la realidad.

La chica es moderna, le gusta presumir de un estilo effortless chic y no se pierde un esfile de Chanel (parece que Lagerfeld la tiene entre sus favoritas). Además, es de las pocas que pueden salir a la calle con un Chanel Couture a la calle y lucirlo como God only Knows, como hizo en el preestreno parisino de la última de Potter.

Y es que la joven actriz opta mucho por la Maison de Maisons. Otro ejemplo chanelesco el pasado Cannes, donde se codeó con su ex-compañera en Gossip Girl, Blake Lively. Pero no por ello deja de confiar en otras firmas bien asentadas, como el Nina Ricci que llevó hace unos días al estreno londinense de la película. Eso sí, siempre con vestidos un tanto abullonados, que enseñen pierna (y permitan lucir tacón) pero pasen olímpicamente del escote... ¿Y el pelo? Casi siempre raya al medio y suelto, pero de vez en cuando un recogido informal le da un toque todavía más elegante.

Ahora bien... llegamos a la pregunta del millón: una fashionista ¿nace o se hace? Porque, tras revisar nuestro archivo histórico, hemos encontrado unas fotos de ella en vaqueros, un jerseycito gris con las mangas a lo Enrique Iglesias, un bolso de piel azul marino (con sus detalles en oro) y ¡botas de esquí! Desde aquí te lo decimos Clemence: ¡quien te ha visto y quien te ve!