Mercedes Castro revive una época en la que el sexo no existe
Never give up a las prendas de punto. Mercedes Castro recupera la androginia (insiste en que no son para hombre o mujer, aunque hay algunos vestidos que los varones negarían a la mayor) de volver a ser niño. Revivir una época de fantasía, en la que el sexo no existe. Y lo hace con coloridos gorros, ponchos con la señal de Batman o El Principito, vestidos en los que hay dibujos de langostas y sudaderas con capuchas XL. En los pies: zapatillas Converse de colores que eran la prueba evidente de que aquí no veníamos a competir por glamour de años 20 o 50. La de Mercedes es una colección que se ama o se odia, a ritmo de tricotosa. Si a Lady Gaga le diera por el punto, seguro que elegiría a Castro. El detalle: la práctica inexistencia del negro en su propuesta.
Mercedes Castro revive una época en la que el sexo no existe
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