Las exigencias de Victoria Beckham en la boda de Pilar Rubio y Sergio Ramos: "Nos dio la noche"

Pilar Rubio y Sergio Ramos cumplían tres años de casados el pasado 15 de junio. La pareja se daba el ‘sí, quiero’ en 2019 en una impresionante boda en la que no faltaron los invitados de honor, la música y diversos guiños a las raíces andaluzas del jugador de fútbol. El esperado enlace tuvo lugar en la Catedral de Sevilla cuando el calor aún no apretaba en la capital hispalense. El centro de la ciudad se paralizó, las calles quedaron cortadas y se pusieron vallas en los alrededores para todos los curiosos que se acercaban a presenciar este evento, que no fueron pocos.

Al mismo enlace estaban invitados más de 500 personas, entre los que se encontraban compañeros del defensa del PSG, y sus respectivas parejas, como David y Victoria Beckham, que tras la ceremonia se trasladaban a la finca La Alegría, propiedad del futbolista en la localidad sevillana de Bollullos de la Mitación, para cenar un completo menú elaborado para la ocasión por el prestigioso chef Dani García, que ha contado, tres años después, cómo fue preparar la cena y algunas exigencias que le llamaron la atención de algún que otro asistente.

En concreto, el malagueño ha confesado que hubo dos personas que dio al equipo bastante guerra: Pablo Motos, a quien estaba contando su experiencia, y la ex Spice Girl. “Fue increíble. Ya no digo la boda. Creo que no haré un evento jamás en la vida de ese nivel tan sumamente personalizado”, recordaba el tres estrellas Michelín, que “a nivel creativo” lo define como “un esfuerzo brutal”.

Dani García tuvo que elaborar un menú diferente para Victoria Beckham

Por este motivo le resultó sorprendente que Victoria diese la vuelta a su propuesta. “Fue muy raro, cambió todo el menú”, descubría que tuvieron que elaborar uno “totalmente diferente” para ella “a base de verduritas”. “Era muy curioso, tenía agua de coco siempre, constantemente, y un bol de caramelos de menta. De verdad que no lo he visto en la vida”, se quedaba sorprendido con las peticiones de Victoria, que tenía a mano gel hidroalcohólico, meses antes de que estallara la pandemia.

Esta no es la primera vez que alguien habla con fundamento de las restricciones alimenticias de la empresaria de moda. Durante una entrevista para el podcast River Cafe Table 4, ella misma incluso se califica de “pesadilla” como comensal, puesto que no toma carne, salsas, lácteos o aceite, entre otros alimentos. “Fue complejo darle el menú”, reiteraba el dueño de Lobito de Mar, que se sintió ofendido porque detrás de este original menú había mucho trabajo previo.