MadridLa boda de Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas fue un enlace marcado por la discreción de la pareja y también por la gran seguridad con la que contaron para evitar fotografías e invitados indeseados. Una ceremonia formal, de etiqueta, a la que acudieron 1500 invitados y que se celebró en la República Dominicana. 

Se conocieron en la boda de María Victoria, la hermana mayor de Margarita, cuando ella tenía 17 años. La joven se casaba con un amigo de Luis Alfonso, Francisco Javier D'Agostino, con quien había entablado una gran amistad gracias a su trabajo como director en el Banco Occidental de Descuento, propiedad de la familia Vargas. 

La boda de Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas

Un rápido noviazgo que culminaría en una multitudinaria boda en 2004, cuando Margarita tenía 20 años, celebrada en la iglesia San Estanislao de Cracovia, en la urbanización La Romana (República Dominicana). 

El novio lució el uniforme de Bailio de la Gran Cruz de la Orden de Malta y la novia se mostró radiante, con un vestido blanco de Victorio & Lucchino. Los invitados llegaron de rigurosa etiqueta, es decir, los testigos lucieron frac y el resto de caballeros, esmoquin negro.

Se estima que la boda pudo tener un coste millonario, por lo menos así lo publicaron en ‘ABC’, donde recogen que el servicio de seguridad contó con más de 300 hombres, entre militares activos y agentes, además de otros 150 de una compañía de seguridad privada, para evitar que las cámaras captaras imágenes del encuentro. 

También los invitados tuvieron que pasar por varios protocolos de seguridad, una medida para proteger a los ilustres invitados, la mayoría de ellos venezolanos, como la novia y su familia. Entre ellos se pudo ver al presidente de la República Dominicana, pero también a rostros conocidos del panorama patrio, como el empresario Pepe Barroso, el torero Enrique Ponce y, por supuesto, la madre del novio, Carmen Martínez Bordiú.

No ahorraron en seguridad, pero tampoco en ninguna otra cosa porque no escatimaron en gastos para la celebración, organizada bajo una carpa gigantesca organizada en la finca de los Vargas, bajo la que cantaron artistas como David Bisbal, Juan Luis Guerra y Los del Río, que también interpretaron dos temas en la Iglesia. 

Un enlace que tuvo lugar hace casi 20 años y que parece que sigue siendo tan sólido como siempre. De hecho, no es raro que, a través de su cuenta de Instagram, Luis Alfonso le dedique tiernas palabras a su mujer, a la que ha llegado a llamar su “media naranja” y a quien agradece su “apoyo incondicional”. 

Tras la boda en 2004, la pareja pasó un tiempo viviendo en Venezuela y en 2010 decidieron mudarse a España, donde viven en uno de los barrios más exclusivos de Madrid, La Finca. La pareja tiene cuatro hijos en común, la mayor de todos, Eugenia, nacida en 2007, los mellizos Luis y Alfonso (2010) y el más pequeño, Enrique, nacido en febrero de 2019, todos ellos nacidos en Estados Unidos (la mayor en Miami y el resto en Nueva York).