El emocionante vídeo y las primeras palabras de Marta Pombo tras su boda

Marta Pombo reaparece muy emocionada y pronuncia sus primeras palabras tras su mágica boda con Luis Zamalloa. La hermana de María Pombo se ha casado con el padre de su hija Matilda, el hombre que le devolvió la ilusión y la fe en el amor tras la profunda depresión en la que se veía sumida hace un par de años. Muy emocionada, la influencer comparte algunos de los recuerdos de este día; como parte de su emocionante vídeo caminando hacia el altar.

La empresaria asegura seguir "en una nube". "Como si todavía estuviéramos flotando y no hemos tocado el suelo”, dice a sus seguidores tras compartir algunas imágenes y vídeos del fiestón que ella y los suyos vivieron este sábado en Madrid. "Fue tan bonito, tan especial... una montaña rusa de emociones", dice recordándolo y asegurando no tener voz de lo que gritó y cantó y los pies todavía "dormido" de todo lo que bailó. "Ni en mis mejores sueños, os lo digo de corazón, hubiese imaginado un día así", asegura.

Tras un día de ensueño, la nostalgia se ha apoderado del matrimonio Zamalloa Pombo. Ambos disfrutaron tanto rodeados de los suyos que no han dudado en visitar de nuevo esta mañana el lugar en el que tuvo lugar su boda (la segunda para Marta). Con su hija Matilda, que ayer cumplía su primer añito de vida, se han dirigido a La Borda del Mentidero, restaurante madrileño en el que las Pombo han organizado más de un evento.

"Teníamos una nostalgia de que se hubiese acabado que hemos dicho, vamos a comer allí", dice mientras caminan por los jardines en los que ayer brindaban con sus familiares y amigos.

Sin todos los arreglos florales y sin toda la decoración e iluminación que se dispuso para el enlace, Marta no ha podido evitar romper a llorar, muy emocionada. "Me estoy poniendo a llorar de no ver a mi gente aquí. ¿Por qué no está aquí mi gente? Me está dando una nostalgia... quiero repetir el diazo de ayer", ha dicho a sus seguidores con lágrimas en los ojos y el nudo en la garganta mientras 'Zama', como cariñosamente le llaman quienes le conocen, alucina con lo rápido que han podido recoger todo "tras el fiestón de ayer" y volver a la normalidad.