Mucho amor, un bonito gesto solidario y grandes ausencias: recordamos la boda de Xavi Hernández y Núria Cunillera

Xavi Hernández puede presumir de compartir su vida con una gran mujer. La periodista Núria Cunillera ha estado a su lado en todo momento, durante sus triunfos como jugador con el Barça, pero también durante las cuatro temporadas que jugó en Catar, antes de comenzar su carrera como entrenador, que ha llevado al matrimonio de regreso a Barcelona. 

La pareja, que compartían círculo de amigos, se daba el ‘sí, quiero’ tras año y medio de relación. Ahora, diez años después, pueden presumir de haber formado una bonita y sólida familia junto a sus dos hijos, Asia, nacida en 2016, y Dan, que llegó al mundo dos años más tarde. 

El 13 de julio de 2013, Xavi y Núria se juraban amor eterno delante de sus amigos y familiares. Lo hacían en un enclave mágico, el Jardín Botánico Marimurtra de Blanes, en Girona. La ceremonia comenzó sobre las 19:30 y, una vez finalizada, todos se desplazaron hasta el edificio El Convent, una construcción del siglo XVI donde tuvo lugar la celebración del convite junto a sus invitados, unos 180.

Xavi fue el primero en llegar al lugar de la ceremonia y lo hizo del brazo de su madre y madrina Maria Mercè Creus; Núria llegaría junto a su padre una hora y media más tarde a bordo de un Rolls Royce antiguo. 

Fue una boda marcada por el amor de la pareja protagonista, pero también llena de rostros conocidos. No faltaron algunos de los compañeros de equipo de Xavi, como Messi, Fábregas, Andrés Iniesta o Víctor Valdés, pero tampoco sus compañeros de selección, como Pepe Reina. En su gran día también hubo grandes ausencias, por ejemplo no acudieron Shakira y Piqué, Puyol y Vanesa Lorenzo o Iker Casillas y Sara Carbonero, quienes se encontraban de vacaciones fuera de España. 

Hasta el último momento, Núria supo guardar el secreto sobre cómo sería su vestido, una opción romántica y con mucho movimiento firmado por Rosa Clará. Lució un diseño con cuerpo entallado hasta la cadera y bordado en pedrería, con falda de capas hechas con pañuelos de seda, escote corazón y con un bolero de tul y encaje con cuello halter. Lució el cabello recogido en un sencillo moño. 

En la celebración, los novios bailaron, cantaron, rieron y lloraron y también cortaron la tarta nupcial. Una celebración de su amor en la que no quisieron olvidarse de nadie y por eso donaron el dinero de los regalos de bodas al Hospital Materno Infantil de Sant Joan de Deu de Barcelona, para mejorar una unidad asistencial de tratamiento para los niños con cáncer. 

Una iniciativa que no era la primera vez que se veía por parte del futbolista, que también donó el dinero del Premio Príncipe de Asturias del deporte, compartido con Iker Casillas. En esa ocasión para conseguir un aula de refuerzo escolar para menores con dificultades en el Centro de Can Palet de Terrassa, su localidad natal.