Gente que se casa por segunda vez: la cantidad de dinero recomendada que hay que dar de regalo

No queda nada para que Jeff Bezos se una en matrimonio a Lauren Sanchez. El tecnomagnate y la reportera llevan juntos desde 2019, y para los dos es el segundo matrimonio: Bezos estuvo unido a McKenzie Scott y Sanchez, a Patrick Whitesell. 

Las segundas nupcias son cada vez más habituales en nuestro país. Alrededor de 160.000 parejas se casan al año, y unas 80.000 se divorcian en el mismo periodo de tiempo, lo que habla de una tendencia creciente en los segundos enlaces. Por otra parte, hay en España aproximadamente un millón de personas que están casadas en segundas o más nupcias. Ante la hipotética (y más que posible) invitación a una segunda boda de una persona cercana, ¿cuál es el protocolo? ¿Más formal o menos que la primera? Y, sobre todo, yendo a lo práctico: ¿cuánto dinero hay que dar?

Personas “con la vida resuelta”

Lo habitual es que estas personas que deciden unirse de nuevo a alguien lo hagan en unas circunstancias muy distintas a cuando lo hicieron por primera vez. Ya no hay un hogar que construir desde cero (no es lo más frecuente, desde luego), sino que la casa y todos los útiles que la componen ya existan. Esto, en lo que respecta a la lista de bodas.

Pero estamos ante una invitación a un evento que cuesta dinero. Tal como recoge el Informe del Sector Nupcial 2025, casarse hoy es un 4% más caro de lo que lo era el año pasado. Y ya sabemos que las bodas implican un gasto añadido al de la ropa de invitada: tal como indican desde El Sofá Amarillo, empresa de organización de bodas, aunque no hay un precio establecido como estándar, lo habitual se mueve, actualmente, en una horquilla que va de los 150 a los 250 euros.

Bien, pero volvamos al principio. Una persona que se casa por segunda vez, que tiene su vida más o menos resuelta, ¿necesita recibir tanto dinero por comensal?

Así son las “segundas celebraciones de boda”

Marina Fernández, directora de comunicación y RRII de la Escuela Internacional de Protocolo y Eventos, nos comentaba que, como invitados, "hay que celebrarlas y vivirlas de la misma manera que si fueran la primera". Otra cosa es que los agasajados opten por un evento más relajado e informal, algo que no es infrecuente en este tipo de enlaces: se deja a un lado el clásico ‘bodorrio’ y se escoge una celebración más íntima y modesta, relajada o, sencillamente, más informal (ya que existe menos presión social). En el caso de que la boda sea más sencilla en términos económicos, nos recuerdan desde El Sofá Amarillo, se puede hacer un regalo de menor valor o un aporte económico menor (lo normal: que equivalga, más o menos, al gasto que se calcule que se ha hecho por cabeza: entre los 150 y los 250 euros por persona, “dependiendo del tipo de celebración”).

Sin embargo, las empresas de ‘wedding planning’ indican que en muchas ocasiones estos segundos enlaces se planifican igual o más que los primeros. Otra cosa es que cambie el contexto. Por ejemplo, en vez de una celebración tradicional en un salón de bodas se puede optar por una al aire libre; por un enlace civil o simbólico en lugar de uno religioso; por un ‘dress code’ más relajado que por el habitual de una boda “de las de toda la vida”. Por una boda en la que los hijos de los contrayentes formen parte. Cambia la forma, pero no cambia el desembolso.

Así que, si ese es tu caso, ya sabes cuál es la cantidad estimada a desembolsar. Y, si te viene medio mal el gasto, consuélate pensando esto: ¡imagina cuánto más habrías tenido que gastar si la boda fuera la de Jeff Bezos y Lauren Sanchez!