Comodidad sin perder el estilo: cambia los tacones por bailarinas

Las bailarinas son tan cómodas como unas deportivas, pero mucho más estilosas y versátiles. Combinan igual de bien con unos leggins de deporte, con los vaqueros, con faldas midi o con vestidos de fiesta y aunque no te lo creas, estilizan las piernas.

Es un modelo muy reconocible, a pesar de sus múltiples variaciones y permutaciones: con o sin lacito, con cintas que se atan a la pierna o sin ellas, con hebilla (en rigor serían unas Mary Jane o Merceditas) o sin ella, de escote redondo o en punta, de puntera redondeada o afilada, con aplicaciones, con joyas, fruncidas, plegables, completamente planas, con algo de tacón e incluso con cuña.

Aunque cada modelo tiene un origen distinto y características que los diferencian se engloba en el término bailarina, también conocida como manoletina y Sabrina, un tipo de calzado con dos características comunes: el tacón mínimo y la pala escotada. Un zapato comodísimo que puedes usar de la mañana a la noche con todo tipo de prendas.

La bailarina clásica es la que lleva el escote redondo y pronunciado y tiene la puntera redonda. Es un modelo muy preppy que combina perfectamente con básicos como los pantalones vaqueros. Si las llevas con prendas de aire retro, como los pantalones de tiro alto de Alexa Chung, consigues un look que, lejos de resultar pijo, se convierte en algo muy chic.

Esta misma bailarina de punta redonda ha sido versionada inspirándose en el zapato Ganny de Chanel, que combina un tono beige en el cuerpo del calzado con la puntera negra. Esta mezcla del famoso diseño de la casa francesa tiene la virtud de alargar la pierna al mismo tiempo que hace que el pie parezca más pequeño.

Muchos diseñadores han creado modelos exactos y menos literales que sustituyen el beige por un tono claro y el negro por un color oscuro. El efecto es parecido e igual que el zapato de Chanel, puedes usarlo del día a la noche con pantalones, faldas y vestidos, porque encaja con cualquier estilismo tanto si te vistes de negro como si prefieres prendas de color.

Los modelos de punta afilada ayudan a alargar visualmente las piernas y a estilizar la figura, por eso se recomiendan especialmente para chicas menudas. También son perfectos para combinar con faldas y vestidos de tamaño midi, pues son patrones que exigen un poco de tacón para no aparentar menos altura de la que realmente se tiene.

Para las que necesiten sí o sí unos centímetros de más porque no les resulte cómodo el calzado tan plano o no se ven sin sus tacones, existe la opción de hacerse con unas bailarinas de cuña o de tacón. Lo único importante para que se sigan considerando bailarinas es que el tacón no supere los tres o cuatro centímetros de altura.

La enorme variedad de modelos de bailarinas que hay en el mercado te permite encontrar algunos tan sofisticados que dan incluso la talla si quieres ir comodísima hasta en las grandes ocasiones. No te costará hacerte con unas enjoyadas con piedras o perlas, con flores, con plumas o con cualquier otro detalle que la distinga de un zapato de diario.

Si te vas de fiesta y no te decides a salir de casa en zapato plano, siempre te puedes llevar un repuesto de bailarinas plegables en el bolso para poder cambiarte cuando tus pies no resistan los zapatos de tacón. Este recurso de cambiar el tacón por la bailarina se ha puesto de moda como regalo para las invitadas en las bodas.

Para aquellas chicas que no estén cómodas sin un elemento que sujete el zapato al pie, existe la opción de sustituir las bailarinas por las Merceditas, también llamadas Mary Jane, que son un modelo muy similar pero atado con una pulsera por encima del puente. Tienen un aire infantil que se puede eliminar con el resto de la indumentaria, aunque se puede potenciar con prendas románticas si es el resultado que buscas con tu estilismo es exactamente ese.