Las anécdotas de la boda de Frank Sinatra y Ava Gardner: del traje morado de la novia a los rumores de infidelidad

Que Frank Sinatra y Ava Gardner se convirtieran en pareja fue una de las mejores noticias para el papel couché. Ella era una de las mujeres más guapas del mundo y toda una artista. Él trabajaba en Hollywood y entonaba alguna de las canciones que se convertirían en historia. Ambos formaban la pareja perfecta, la unión de dos personas que tenían todas las cualidades, a priori. Aunque eso sí, su matrimonio no fue tan idílico como en un primer momento se podía plantear.

La relación entre los dos comenzó cuando Frank Sinatra estaba casado con Nancy Barbato. La pareja se rompió debido a la infidelidad del cantante con la modelo. Fue el 7 de noviembre de 1951 cuando ambos decidieron pasar por el altar. Un día antes de contraer matrimonio, Ava recibió una carta donde una prostituta explicaba que había tenido una relación larga con Frank. La actriz se creyó esas líneas y se planteó dejarlo todo, una idea que rechazó inmediatamente.

Frank y Ava cenaron juntos por primera vez en 1949 en Palm Springs, donde coincidieron en una fiesta del productor Darryl F. Zanuck. Ambos ya se conocían, pero ese momento tan especial les dio la oportunidad de entablar una buena amistad. El cantante se ofreció a llevar a la actriz a su casa, en su característico Cadillac Brougham descapotable. Cuentan que el viaje terminó con ambos besándose apasionadamente.

Tras este episodio, la pareja decidió tener una cita formal. Después de terminar de cenar, ambos se dirigieron hasta la casa de la actriz. Según contó Ava fue algo “mágico”. “Sentía que pasase lo que pasase siempre estaríamos enamorados”, alegó la joven actriz. Frank arrastraba una importante imagen de mujeriego, lo que hizo que Ava no se fiara de su palabra cuando este le dijo que iba a dejar a su mujer.

Pero pronto llegó el divorcio con Nancy y, por tanto, la esperada boda. La pareja contrajo matrimonio en Filadelfia, donde Ava lució un espectacular traje morado con un collar de perlas y unos pendientes del mismo material y diamantes. Fue el juez Sloane quien les casó y, tras el fugaz enlace, decidieron dirigirse hasta Miami.

Lo cierto es que el enlace no hizo que sus desavenencias mejoraran e, incluso, las peleas se hicieron más intensas. Pero en uno de sus viajes a África, para un rodaje, Ava descubrió que estaba embarazada. Ella estaba firmemente convencida que no se encontraba bien para criar a un bebé y, por eso, se fue hasta Londres para abortar. Y lo consiguió. El problema vino cuando, luego, se volvió a quedar en estado. También abortó.

Tras esto, ambos comenzaron una gira por Italia, que fue desastrosa debido a la pelea de egos. El público de Frank no solamente quería verle a él, también querían que apareciera en el escenario Ava. Un hecho que el cantante no llevó muy bien. En octubre del 53, la productora Metro lanzó un comunicado en el que explicó la separación entre la pareja.

Después del anuncio, Ava decidió trasladarse hasta su casa de Palm Springs y, luego, se fue a Italia a trabajar. Por su parte, Sinatra se mudó hasta Nueva York. A partir de ese momento, la vida de Frank siguió siendo agitada; juergas, alcohol y mujeres. En 1966 contrajo matrimonio con Mia Farrow, treinta años más joven que él.