Manuel Carrasco y Almudena Navalón comparten el álbum completo de su boda: su hija estuvo en el altar

divinity.es 25/09/2018 15:54

Chloe, la única hija de la pareja, nació el pasado 9 de junio del 2017 en el hospital Quirón de Pozuelo de Alarcón, en Madrid. Desde entonces, tanto Manuel como Almudena han compartido muchos momentos junto a su hija, que ya tiene poco más de un año. En la boda fue una de las grandes protagonistas y hasta estuvo en el altar junto a sus padres mientras se daban el 'sí, quiero'.

La pequeña, a quien Manuel Carrasco sujetaba en brazos, llevaba un vestido de varias capas de color blanco, como el de su madre, unos zapatos del mismo color y un cinturón de color beis que terminaba en la espalda atado a modo de lazo. En la cabeza, una corona de flores de color rosa.

"Nunca imaginé que tuvieramos un día tan precioso", escribía la periodista junto a la imagen de su vestido. Almudena Navalón llevaba un ramo sencillo y elegante, con un lazo en tono granate y de inspiración otoñal. Todo muy a tono con el clasicismo de todo su vestido nupcial y también en sintonía con el estilo campestre de la finca donde se celebró la boda. El pelo se lo dejó suelto, a excepción de un pequeño semirecogido en una trenza natural de la que partía el velo. Por último, un vestido de tirantes, realizado en encaje y con un escote profundo en la espalda, blanco y de gasa muy largo.

Carrasco fue el encargado de compartir la primera foto que mostraron de la boda. En ella, la novia ya no llevaba el vestido de novia y se había cambiado al segundo modelo, mucho más cómodo para el baile. El pelo, ya sin trenzar, suelto haciendo ondas. "Ya lo sabéis. Feliz", escribía el cantante. Una imagen donde, por el ángulo, no se puede ver la cara de Manuel Carrasco, pero sí la de Almudena Navalón, que se mostraba sonriente y feliz.

La pareja se casó el pasado 13 de septiembre en una ceremonia civil que se celebró en la finca 'El Cañuelo', a tan solo tres kilómetros de la playa de Bolonia, en Tarifa. Un "paraíso" de 5000 metros cuadrados y unas vistas privilegiadas al estrecho de Gibraltar y el océano Atlántico. La finca, con un jardín principal y dos más pequeños, aseguraba la privacidad total de los protagonistas y de sus invitados. Almudena Navalón compartió, días después de la boda, una foto en la finca disfrutando de las vistas y de la piscina.

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