Uno es de argentina. El otro es español. Y como para llegar a este momento han tenido que coger mucho avión, a su boda llegaron en helicóptero, con la banda sonora de ‘Misión imposible’ de fondo y con mucho humo para dar intriga a la gran entrada de los novios. Fue ahí cuando descubrieron sus estilismos, ambos firmados por Dolce & Gabanna.
El de Andy McDougall estaba enmarcado en los cánones de lo tradicional. Chaqueta, chaleco, pajarita y camisa. Todo en tonos marino y blanco. El toque especial estuvo en una corona dorada de espigas, a lo Julio César, que combinaba con la de príncipe de Pelayo firmada por Isidoro Hernánez. El estilista llevó un traje totalmente estampado con flores que combinó con un reloj que sirvió de homenaje a David Delfín, que se lo regaló cuando estaban juntos.
Marta Torné, que fue presentadora de ‘Cámbiame’, es íntima amiga de Pelayo Díaz. De ahí que, con un estilismo de Ze García, uno de los diseñadores favoritos de los invitados, hiciese las veces de maestra de ceremonias durante el 'sí, quiero', en la que los novios se intercambiaron anillos de miga de pan.
Hiba Abouk, la no-novia de Pelayo, leyó unas palabras antes de que él y Andy se diesen el beso final. Y cuando llegó ese momento, unas gaitas comenzaron a sonar haciendo un guiño al vínculo del coach con Asturias, su tierra natal. Horas después de celebrarse la boda, corrió el rumor de que el topic de la fiesta era 'Alicia en el país de las maravillas'. 'Morninglory' desmintió en exclusiva esta idea. Pero el tema de la fiesta seguía siendo de cuento. Una enorme tarta inspirada en el castillo de 'La bella durmiente' fue el postre de un convite que tuvo comida típica española y argentina.