El pasado 19 de octubre, Rafa Nadal y Mery Perelló se dieron el ‘sí, quiero’, en una boda religiosa celebrada en la isla de Mallorca. Tras más de catorce años de noviazgo, la pareja celebraba este enlace ante la presencia de sus 250 invitados. Tan solo cinco días después de la ceremonia, el tenista ha puesto rumbo a Kazajistán para disputar un partido benéfico junto a otros de los mejores jugadores del mundo. Rafa ha hablado allí por primera vez de su enlace y ha destacado lo bien que lo pasaron.
“Disfrutamos mucho este bonito día. Nos divertimos un montón y disfrutamos con las personas que nosotros queríamos que estuvieran y por eso tuvimos un gran día”, han sido las primera palabras de Rafa sobre su enlace en plena rueda de prensa celebrada antes del partido. “Fue algo que habíamos estado preparando durante mucho tiempo, pero ya ha pasado y ahora es el momento de volver para el fin de la temporada de tenis y es bueno regresar para un evento benéfico”, añadía el tenista.
Por el momento Rafa no podrá disfrutar de su luna de miel junto a su esposa debido a los compromisos profesionales con el mundo de la raqueta. El deportista viajará hasta París el próximo 28 de octubre, donde se celebrará el último Masters 1.000 de la temporada, que será el 4 de noviembre, y allí podrá recuperar su puesto número uno como mejor jugador del mundo.
Estas declaraciones llegan pocos días después de que se publicaran las primeras fotos oficiales del enlace. Entre los invitados a la ceremonia, que estuvo completamente brindada a los medios de comunicación y la prensa, acudieron invitados como el rey Juan Carlos y la reina Sofía, además de amigos y compañeros de profesión del tenista.
Para este gran día, el tenista eligió un traje de color gris de la firma italiana Brunello Cucinelli, con chaleco algo más claro, corbata del mismo color y camisa blanca. La encargada de firmar el vestido blanco de la novia es la diseñadora de vestidos Rosa Clará, marca en la que también confió María Isabel Nadal, la hermana del novio.