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Los grandes protagonistas de una boda son, evidentemente, los novios, pero junto a ellos hay otras muchas personas que desempeñan una importante función ese día, como los padrinos o los testigos. Las damas de honor pertenecen a este grupo destacado, y aunque tenemos asociada su presencia en la bodas a la tradición americana que hemos visto siempre en las películas, lo cierto es que en nuestro país ha calado esta costumbre. De hecho, cada vez son más las novias que quieren contar con, al menos, una dama de honor en su gran día.
Te ayudamos en esta elección aconsejándote sobre el número de damas de honor que debería haber en una boda y todo lo relacionado con su elección.
Lo habitual a la hora de elegir a las damas de honor es que sean mujeres del círculo de confianza de la novia: familiares como hermanas o primas, amigas íntimas, etc. Van a ser las acompañantes de la novia en muchos momentos durante el gran día y también durante los preparativos, así que debe saber que puede contar con ellas. Según la tradición, las damas de honor debían ser solteras, pero a día de hoy predomina la cercanía de la dama de honor con su novia, sin importar que esté casada o no.
En realidad, las que tú quieras, aunque lo suyo es aplicar el sentido común y no organizar una legión de damas de honor que se descompense en número con el resto de invitadas. Existe una norma no escrita que determina que haya una dama de honor por cada 40-50 invitados. Así en una boda con 200 invitados podrías tener hasta cuatro damas de honor.
Pero, como decimos, no es una regla de cálculo que tengas que seguir a rajatabla, así que tú decides cuántas damas de honor quieres tener. Si el novio se decide por ir acompañado del equivalente masculino a las damas de honor, que son los “best men”,lo ideal seria que hubiese el mismo número de ambos.
Si pensamos en tantas comedias estadounidenses sobre bodas, nos viene a la cabeza más de una imagen en la que la novia elige vestidos feísimos para sus damas de honor para que no le roben nada de protagonismo en su gran día. Por suerte esto no tiene nada que ver con la realidad y las opciones son otras.
Lo más tradicional es que vistan todas con el mismo vestido y en el mismo color, aunque también se lleva que, siendo el mismo modelo de vestido, los colores sean diferentes. Pero la tendencia más actual marca que cada una elija el vestido que quiera, pero que todos sean del mismo color. Eso sí, lo verdaderamente importante es que estén de acuerdo y se sientan a gusto con lo que lleven.
Su papel dentro de una boda puede ser mayor o menor, y esto dependerá tanto de ellas como de la novia. En principio bastaría con que acompañasen a la novia a su llegada a la ceremonia y durante el transcurso de la misma. También pueden leer un discurso, ayudar a los novios a repartir los regalos, y estar pendientes de la novia por si tiene alguna necesidad a lo largo del día.
Antes de la boda pueden ayudarla con todo tipo de preparativos, como elegir el vestido, y, por supuesto, prepararle la despedida de soltera.