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Los trajes de hombre han cambiado, a los clásicos de siempre se ha unido una nueva generación de trajes sastres que te permiten ir muy bien vestido a una boda sin tener que ajustarse a las tradiciones.
En una boda de verano es muy probable que coincidas con otros invitados vestidos de azul marino o gris marengo y aunque haya trajes mejor o peor cortados y tejidos de mejor o peor calidad, la foto es un montón de chicos vestidos iguales. Más allá del azul y el gris hay opciones, unas más y otras menos clásicas, que te harán triunfar en una boda de verano y destacar cual David Beckham entre todos los invitados.
El traje azul marino es el clásico entre los clásicos porque tiene la virtud de ser el más versátil: sienta bien a todo el mundo y sirve para el día y para la noche. Aunque sea el más clásico de su clase, sigue siendo la estrella de todas las bodas y, curiosamente, los chicos más jóvenes apuestan por este estilo para su primer traje de chaqueta. Un modelo como este de Zara puede ser tu mejor aliado si estás en esa edad en la que todo tu grupo de amigos ha decidido casarse el mismo verano.
Si la etiqueta es algo más exigente o te gusta el estilo dandy, puedes apostar por este traje de tres piezas (chaqueta, pantalón y chaleco) de Mango en azul marino con cuadros en ligero contraste.
Los trajes cruzados eran un clásico en la década de los cincuenta, pero con el tiempo se han convertido en una apuesta algo más arriesgada. Lo cierto es que no es para todos, sienta mejor si tienes un cuerpo espigado, pero sin duda llamará la atención si eliges modelo como este de García Madrid de chaqueta entallada y doble botonadura.
Si el azul es un clásico, el gris no se queda atrás y de todos, el príncipe de gales (llamado así en honor a Eduardo VIII) es la apuesta segura que te hará triunfar en cualquier boda de verano. Este modelo de Lander Urquijo es perfecto para convertirse en el más elegante en una boda de día.
Muy ligado al estilo dominante en los años veinte y treinta, los trajes de rayas son una opción que, sin salir de los clásicos, se sale de la norma. Este traje de Armani de corte Slim fit confeccionado en tejido de mezcla de lino, es una opción interesante para una boda de día si buscas un sastre fresco y con un plus de distinción.
Dentro de los estampados clásicos, también en línea con la moda de los años treinta, otra opción son los cuadros sencillos. El contraste tiene que ser sutil, como en este traje de Hugo Boss de corte Slim fit, con fondo azul marino y líneas celestes que se cruzan formando cuadros.
Para quienes quieran atreverse un poco más en una boda de verano, apostar por otro tipo de colorido y por tejidos más frescos es todo un acierto. La propuesta de Carlota Barrera es un traje cruzado fabricado en mezcla de lino y en verde oliva. Aunque el color se sale de lo habitual, sin excederse, el patrón está dentro de los clásicos así que el riesgo es moderado.
Para salirse de la norma se pueden elegir patrones diferentes o se puede apostar por un colorido especial. Para el día, una opción son los colores suaves como un azul cielo o el verde agua y para la tarde tonos vibrantes como este sastre verde esmeralda de Albert Clothing.
En otro nivel están los trajes estampados, que solo son aptos para hombres muy atrevidos. Es una licencia que te puedes permitir en verano, especialmente en bodas que se celebren en el campo. Esta propuesta de Ana Locking con fondo verde estampado con motivos naturales es una apuesta atrevida, diferente y elegante con la que conseguir el mejor look de la boda.