{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Fue el pasado 17 de julio de 2020 cuando, por fin, Beatriz de York y su novio, Edoardo Mapelli, se dieron el ‘sí, quiero’. La boda se había retrasado debido a la pandemia y los novios decidieron celebrar un enlace de lo más privado, en los jardines de Windsor y con un número reducidísimo de invitados. La idea original es que la boda se celebrará en el palacio de St. James con cerca de 150 personas como testigos.
A pesar de todo, los novios tuvieron que conformarse con los terrenos del Royal Lodge, propiedad del príncipe Andrés y Sarah Ferguson, con veinte invitados. Entre los asistentes destacó la reina Isabel II, quien siempre ha estado muy unida a su nieta. Prueba de ellos fue el homenaje que le hizo Beatriz en un momento tan especial.
La novia eligió un diseño vintage de Norman Hartnell, uno de los diseñadores preferidos de la casa real inglesa. Este perteneció a la reina Isabel II, quien lo ha lucido en, al menos, tres ocasiones. La primera vez fue en 1961 durante un viaje de Estado a Roma. Además, el vestido está realizado en tafetán de Peau De Soie en tonos marfil, adornado con satén y con un corpiño geométrico con brillantes engarzado desde el pecho hasta mitad de la falda.
Eso sí, con el paso del tiempo, el vestido ha sido modificado, adaptándose a las nuevas tendencias. Así, la asesora de la reina, Angela Kelly, y Stewart Parvin, uno de sus diseñadores de cabecera, han sido los encargados de incluir unas mangas más abullonadas al vestido. Las dos otras ocasiones en las que la reina de Inglaterra ha lucido el vestido han sido durante el estreno de la película Lawrence de Arabia en Londres, en 1962, y en la apertura del Parlamento en 1966. En ese momento también se colocó una corona imperial, una capa y un collar de chatones espectacular.
De esta manera, la elección de Beatriz no fue casual. La duquesa de York quiso hacerle un homenaje a su abuela y, además, utilizar un vestido tan clásico e histórico como el de Isabel II. Así, lo convirtió en un romántico vestido que combinó con una de las tiaras más bonitas de la casa real inglesa, un gran ramo de flores en tonos rosas y un larguísimo velo. Además, reutilizó unos zapatos Valentino, que ya había lucido en otras ocasiones.
Son muchos los problemas que ha tenido que afrontar la joven en los últimos tiempos. Primero fue la cancelación de su enlace y, luego, el escándalo que salpica a su padre, el príncipe Andrés, debido a su relación de amistad con Jeffrey Epstein.
Tras el enlace, el recién estrenado matrimonio no tardó mucho en formar una familia. Así, en mayo de 2021 se anunció que Beatriz estaba esperando su primer hijo para otoño. El 18 de septiembre de ese mismo año, la joven dio a luz a una niña a la que llamaron Sienna Elizabeth.