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Planificar y preparar una boda puede ser una de las experiencias más estresantes de la vida de una pareja barra persona. De hecho, es difícil hasta saber por dónde empezar a preparar el día 'B'. Miles son los detalles a tener en cuenta para que todo salga perfecto: desde el vestido al lugar donde celebraremos la boda, si queremos playa, campo o ese lugar especial de la ciudad, pasando por el catering, las flores, el fotógrafo, los regalos para las invitadas e invitados… en definitiva, una lista prácticamente interminable. Por suerte, ahora se ha puesto de moda la figura de la wedding planner, o lo que es lo mismo, el ángel de la guarda de las bodas.
Como su nombre indica, una wedding planner es una persona que organiza o ayuda a organizar una boda. Suele tratarse de una empresa que se dedica a planificar ese evento de principio a fin, liberando de la tarea a los novios, que, normalmente ven todo el tiempo libre que les queda entre el trabajo y demás quehaceres de la rutina para preparar la boda, permitiéndoles solo centrarse en disfrutar de la preparación de ese día tan especial en lugar de vivir su llegada con angustia.
Sus funciones van desde elegir las flores, a la decoración al completo de la celebración de la boda; así como elegir el sitio para celebrarla, pasando por la organización de las mesas y la elección del catering o el menú y las fotos. Siempre, atendiendo a los estilos y prioridades de los novios.
En definitiva, se encargará de todos los pequeños detalles que forman una boda, por diminutos que sean, que a nosotros se nos pasarían pero para ellos son vitales gracias a su experiencia. Y es que, se encargan de llevar al completo la agenda de la boda, de responder llamadas, mails, acudir a las pruebas y, en general, de encontrar las mejores opciones para los novios.
Con opciones no solo nos referimos a las que dependen de los gustos de los novios, sino las que abarcan desde diseñadores de las invitaciones, chefs, maquilladores, peluqueros, floristerías, etc., tiendas de decoración… es decir, todo tipo de proveedores.
Además, no solo juegan un papel principal durante los meses, semanas o días previos a la boda con todos los preparativos. También lo hacen el día en concreto en el que se celebra la boda. Coordinan a los invitados, se encargan del protocolo, de coordinar a los fotógrafos, que se siga la planificación concreta del día minuto a minuto. Se adelanta a los siguientes pasos de la agenda del día de la oda para que todo esté listo, también antes de que empiece la boda y de que lleguéis los novios.
Pero por si todo esto no fuera suficiente todavía, aún hay más razones por las que una wedding planner es más que necesaria en una boda y no un gasto extra como muchos consideran.
La primera de ellas es que la wedding planner estará continuamente pendiente de vosotros y lo que necesitéis tanto antes como durante la boda, en cualquier momento. Además, te libera de estrés al encargarse de todo y asumir todo el peso de las responsabilidades de la boda, librándote también de ese miedo a dejarte algo en el tintero. Todo estará bajo control.
Por otra parte, los wedding planner están en contacto con profesionales de diferentes gremios, lo que permite abrir la puerta de diseñadores, dibujantes, floristas, chefs, maquilladores, fotógrafos, etc. a los novios, que de otra forma no sería nada fácil de encontrar. Y, en esta misma línea, son capaces de materializar las ideas de la boda, haciendo posible de una forma real nuestro sueño, que de otra forma no sabríamos plasmar.
En especial, contar con la figura de una organizadora de bodas supone un ahorro de tiempo, ya que será ella la que, al organizarlo todo, acuda a las reuniones y, si la boda es en una ciudad diferente a la vuestra, podréis delegar en ella las tareas sin necesidad de desplazaros cada vez que haya que tomar una decisión.
Además, al tratarse de personas que se dedican en cuerpo y alma a la organización del evento, sabréis que vais cumpliendo tiempos con las decisiones y que no ocurre ningún impago de ninguna factura.
Eso sin contar que una wedding planner no solo ahorra tiempo, pues agiliza los trámites de los preparativos de la boda, sino que, a pesar de ser un gasto extra también ahorra dinero. Encuentra la opción que más se adapta a vosotros pero no solo en cuanto a estilo, sino también en cuanto a precio, consiguiendo los detalles a precios razonables.
Pero, sin duda, lo mejor es que podréis desconectar y hacer realidad la boda que habíais soñado, convirtiéndola en una fecha más inolvidable de lo que sería por sí sola aún si cabe.
Los precios de las wedding planners varían en función de lo compleja y la cantidad de detalles que queramos incluir. El cuánto cuesta depende, básicamente, del número de invitados, el escenario y el tipo de boda que sea, ya que no se requiere lo mismo en una boda por la iglesia que por el juzgado o a pie de playa. Tal y como señalan diferentes empresas de organizadores de bodas, en la mayoría de los casos se hace un presupuesto previo personalizado.
Ahora bien, si se trata de bodas de menos de 100 invitados, se pueden encontrar wedding planner de 150 o 250 (aunque esto ocurre en muy raras ocasiones) a los 500, todo depende o de los invitados o de los servicios que se incluyan. Como en el caso de La Gata Azul, precio desde el que ofrecen sus servicios, o 1.000 euros. Este es el caso de Tu Día Perfecto, que ofrecen sus servicios desde ese precio y este varía en función de los servicios que contraten los novios.
Si la boda incluye más detalles o más invitados, el precio puede subir a los 1.500, 2.000 o 3.000 euros, en función de lo elaborada que sea la boda. Después, todo depende de la exclusividad y la experiencia de la empresa o del wedding planner y de sus tarifas. Además, también se pueden contratar en paquetes, y, por ejemplo, Bodas.net ofrece descuentos.