William Levy se encuentra viviendo en España desde el pasado mes de junio por el rodaje de su nueva serie de Netflix, ‘Montecristo’, una versión modernizada de la obra escrita por Alejandro Dumas. El actor que alcanzó la fama internacional gracias a ‘Café con aroma de mujer’, el último gran fenómeno mundial de telenovelas que llega a Divinity el próximo lunes a las 19:45, está aprovechando su estancia para descubrir los grandes rincones de nuestro país.
Si hace unos días tuvo la oportunidad de recorrer los puntos más emblemáticos de Granada, el miércoles viajaba hasta Pesqueras del Duero, Valladolid, para visitar las bodegas Emilio Moro junto al dueño del lugar, Javier Moro, y la madre de sus dos hijos, Elizabeth Gutiérrez, entre otros conocidos. En las fotografías que publicó el empresario se contemplaban a los actores felices. "Ha disfrutado de una visita por nuestro viñedo y ha podido conocer cómo elaboramos nuestros vinos. Gracias por acudir a nuestra casa y acompañarnos, nos ha encantado recibirte", escribía Javier Moro sobre sus huéspedes.
No es el primer encuentro público que ha suscitado especulaciones sobre una posible reconciliación. Los intérpretes demostraron la unión de su familia hace unas semanas asistiendo a una fiesta con sus hijos. La única realidad es que desde enero, mes en el que saltó la noticia de su separación, el punto en el que se encuentra esta relación es algo que solamente los implicados saben. De hecho, William, pese a que está encantado con el revuelo mediático que genera con cada paso que da, emitía un comunicado en el que realizaba una petición a la prensa, consciente del excesivo interés que genera su vida privada.
El cubano, a través de sus redes sociales, donde alcanza más de diez millones de seguidores, compartía un texto en el que solicitaba que dejaran de preguntarle por la madre de sus hijos en las entrevistas que concede o los actos a los que acude: "Le pido a toda la prensa que dejen de preguntarme por Elisabeth. Si quieren saber de ella, vayan a preguntarle a ella. No soy nadie para hablar de ella. Gracias". Una súplica que llega diez meses después de que anunciara que, “después de pensarlo bien”, habían decidido poner punto y final a su historia de amor. “Seguiremos siendo la bella familia que somos y los mejores padres para nuestros hijos”, afirmó antes de borrar todo rastro de sus palabras.