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La vida del primogénito de los Vallejo se desmorona. Tras la disputa entre Iván y sus hermanos, Lucrecia ya no puede más y toma una drástica decisión. Quiere el divorcio. Últimamente he tenido tiempo de pensar y no siento lo mismo por ti. Eso pasa cuando uno deja de admirar a la pareja. "Yo no sé ni con quién me casé. Me voy a separar", le dice a su todavía marido.
Pero Lucrecia no es el único quebradero de cabeza para Iván. Después de reflexionar sobre lo sucedido, doña Julia le exige a su hijo que asuma su responsabilidad y se haga cargo de las consecuencias económicas de sus actos. "Vas a tener que pagar de tu bolsillo cualquier sanción. Si no lo asumes, es robar. De esta empresa no sale ni un solo peso. Vende el avión tu casa o parte de la hacienda", le dice a su hijo, que acorralado, le cuenta que Lucrecia y sus padre no tienen nada que ver con el dinero y que cuando su padre se enteró de lo que estaba haciendo sufrió el ataque al corazón. "Cuando mi papá se enteró de todo esto infartó", le dice a su madre, que ve como poco a poco está perdiendo a sus hijos, que se alejan cada vez más de ella.
Mientras tanto, Gaviota sigue disfrutando de su estancia en el pueblo junto a sus amigos. Después de mucho tiempo, vuelve a cantar en el bar, donde se reencuentra con aquellos que siempre han sido su familia. Por su parte, Leónidas es cada vez más consciente de que no tiene nada que hacer con Gaviota. Ella siempre estará enamorada de Sebastián. Y así se lo cuenta a Aurelia. "Mi problema es el patrón y sería iluso de mi parte pensar que Gaviota lo va a intentar. Lo intenta pero ver que hace un esfuerzo por enamorarse de mí es muy duro. Y no debería pasar porque al amor no se le debería forzar", confiesa el ingeniero, que se dará de bruces con la realidad. Cuando intenta pasar la noche con ella, Gaviota le rechaza nuevamente. "Esto no se va a poder", le dice el ingeniero.
Su relación con Salinas se ha convertido en un problema que obsesiona a Gaviota. "¿Cómo hago para amar a ese hombre como debe? Me muero de la vergüenza por no poder amarlo. No voy a poder conseguir un hombre con Salinas", le dice a su madre. Sin embargo, eso no es lo único que la preocupa. Después de un año en Bogotá, empieza a tener dudas sobre su futuro y se replantea si debe seguir viviendo en la ciudad o regresar de nuevo al pueblo y a trabajar en el campo.
Igual que Gaviota no le ha podido olvidar a él, Sebastián tampoco puede dejar de pensar en ella. Ni siquiera con Lucía al lado, le impide recordarla y mirar su fotografía mientras añora todo lo que vivieron juntos. Lucía lo sabe y desde que descubrió que Gaviota trabaja en la oficina de al lado de Sebastián, no puede controlar sus celos. Consciente de que la cercanía entre ambos puede provocar que su amor resurja, decide presentarse en la empresa para averiguar qué está ocurriendo. "Mientras ella está aquí todos los días al lado de Sebastián yo estoy en la casa", le dice a doña Julia.
Gaviota y Sebastián siguen adelante pero no han podido dejar atrás su pasado. Su amor sigue vivo y todo podría cambiar. ¿Qué pasará cuando el gran secreto de Gaviota salga a la luz? ¿Qué pasará si Sebastián descubre el turbio plan de Lucía? Si quieres averiguar qué ocurre, no puedes faltar a tu cita diaria. De lunes a viernes a las 20:00 horas, los nuevos episodios de 'Café con aroma de mujer'. Solo en Divinity. ¡No te lo pierdas!
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