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Como dos gotas de agua. Así son William Levy y su hijo mayor, Christopher Alexander. El joven, que nació el 12 de marzo de 2006, se ha convertido, con la entrada en la adolescencia, en un clon de su progenitor. El protagonista de 'Café con aroma de mujer' y su primogénito guardan un parecido asombroso que parece acrecentarse cada año que pasa. Dale al play al vídeo que encabeza esta noticia y descubrirás que padre e hijo son idénticos.
La genética es caprichosa y ha querido que Christopher, 'Tophy', como le llaman cariñosamente sus padres, parezca el doble del actor cubano cuando era joven. El parecido es sorprendente. Desde el pelo rubio (aunque el hijo de Levy lo tiene rizado), la forma de los ojos, la forma de caminar, su porte o su físico (el adolescente tiene la misma planta que su padre y es casi igual de alto) hasta la sonrisa. Y es que, si hay un rasgo que hace que ese parecido sea extraordinario es precisamente ese: la sonrisa que ha conquistado a millones de fans en el mundo y que Christopher ha heredado. ¡Así son los genes!
Viendo las imágenes de padre e hijo está claro que el joven ha heredado la belleza de su padre, pero el parecido entre va mucho más allá de su aspecto físico. Christopher Alexander ha heredado además la pasión de su padre por el beisbol, un deporte que practica desde que era niño y del que su padre es un auténtico fanático. De hecho, antes de decantarse por la interpretación, William Levy soñaba con ser jugador profesional de beisbol, uno de los deportes más populares de Cuba.
Y aunque finalmente esta práctica deportiva se quedo como un hobby, a través de su hijo está viviendo esta pasión al máximo y podría ver cumplido su sueño gracias a él. Aunque podría no haber sido así. El futuro de Christopher podría haberse visto truncado tras un accidente que sufrió en octubre de 2020 cuando conducía un vehículo eléctrico en Florida y una de sus extremidades La noticia supuso un duro golpe para la familia, que temió que el joven no pudiera recuperarse plenamente. Durante varios meses estuvo en silla de ruedas, tuvo que someterse a cinco cirugías y hacer intensas jornadas de fisioterapia. Afortunadamente, aunque fueron meses muy complicados, su recuperación fue total y pudo volver a practicar el deporte que le apasiona.
A sus diecisiete años parece que el futuro de Christopher Alexander está muy lejos de los sets de rodajes. A juzgar por su trayectoria, el joven no tiene intención de seguir los pasos de su padre. Sin embargo, eso no ha sido impedimento para que el joven acumule ya más de un millón de seguidores en redes sociales.
La fama de su padre, uno de los galanes latinos del momento, le ha salpicado al joven, que es ya todo un influencer y no duda en compartir con todos sus fans, no solo su faceta deportiva sino también algunos momentos íntimos y familiares y algunas instantáneas inéditas de su más tierna infancia. Unas imágenes en las que ya vemos que guardaba cierto parecido con su padre, que apuntaba maneras de galán y que prometía hacerle la competencia al actor.