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El joyero de la reina Sofía está integrado por piezas heredadas de su madre, Federica de Hannover y de la abuela del rey Juan Carlos I, así como regalos personales que ha recibido desde que contrajo matrimonio con el rey Juan Carlos.
Alguna de estas joyas tiene un gran valor sentimental, como las piezas que lució el día de su boda con el rey, varias son herencia directa de la reina Victoria Eugenia y otras forman parte de momentos cruciales en la historia de España.
Algunas de ellas podrán ser heredadas por las infantas Elena y Cristina, e incluso por sus nietas, otras, las llamadas ‘Joyas de pasar’ sólo pueden ser usadas por quien ostente el título de reina y son aquellas heredadas de la reina Victoria Eugenia, como la Tiara de Flores de Lis
Estas son algunas de las fabulosas joyas que heredarán de Sofía sus hijas, Elena y Cristina, la reina Letizia, y sus nietas Victoria Federica, Irene, Leonor y Sofía.
La Tiara de Flores de Lis es una de las joyas más impresionantes del joyero real, que pasó de manos de la reina Sofía a las de Letizia en 2017 tras la abdicación del rey Juan Carlos. Fue un regalo de bodas del rey Alfonso XIII a su esposa, la reina Victoria Eugenia y forma parte de las 'Joyas de pasar'. Se trata de una tiara clásica de diamantes y perlas con varias Flores de Lis, creada por la joyería Ansorena en 1906.
Otra de las piezas más importantes del joyero real es la Tiara Prusiana, uno de los regalos de boda que le hizo su madre, Federica de Hannover, y que fue creada en 1913 para la princesa Victoria Luisa de Prusia. Esta joya de platino y diamantes cuenta con dos bandas, una superior con hojas de laurel y otra inferior con una greca griega que están separadas por columnas de diamantes en cuyo centro cuelga un diamante en forma de lágrima. Fue la que elegida por Letizia Ortiz en su boda con Felipe de Borbón.
Otra de las joyas que la reina Sofía recibió como regalo de bodas es la Tiara Floral, una pieza cuyo origen se remonta a 1879 que está elaborada en oro, plata y diamantes. Fue creada por el joyero J.P.Collins y fue un regalo del rey Alfonso XII a su esposa María Cristina de Austria. Durante el exilio desapareció y volvió a manos de la familia como obsequio del dictador Franco en nombre del pueblo español. Esta tiara fue la elegida por la infanta Cristina para su boda con Iñaki Urdangarín, pero también la ha lucido la reina Letizia en numerosas ocasiones.
Una de las joyas más antiguas que posee la reina Sofía es la Tiara Mellerio, una joya elaborada en 1867 por la joyería Mellerio dits Meller. Fue uno de los regalos que recibió de su madre la infanta Isabel, apodada ‘La Chata’, con motivo de su boda con Cayetano de Borbón Dos Sicilias y Habsburgo, una pieza con base de platino con incrustaciones de pavé de diamantes con varias perlas y un diamante central.
Otra de las joyas que cuentan con una larga historia detrás es la Tiara Rusa, una joya creada en 1879 para la boda de la reina María Cristina de Austria con el rey Alfonso XII, que pasó a manos de la madre del rey Juan Carlos, quien llegó a un acuerdo con sus hermanas para regalársela a la reina Sofía. Está inspirada en el tocado femenino tradicional ruso, de ahí su nombre, y fue creada con filigranas de platino con diamantes y perlas.
La historia de la Tiara Cartier se remonta a 1920 y fue adquirida por el rey Alfonso XIII para la Reina Victoria Eugenia, pero con el tiempo ha sufrido numerosas transformaciones. Se trata de un diseño creado en platino de estilo art-decó, con una Flor de Lis central que da a la joya forma de pirámide, de la que parten varios motivos vegetales en espiral revestidos de diamantes y perlas. La reina Victoria Eugenia sustituyó las perlas por unas esmeraldas que posteriormente vendió, volviendo a colocar las perlas originales.
Otro de los regalos de boda que recibió la reina Sofía, en este caso del naviero griego Stavros Niarchos, es un sautoir hecho con 36 rubíes cabujón de Birmania y diamantes en talla brillante y baguette. El sautoir es un collar que puede alcanzar hasta un metro de longitud y concretamente el de la reina Sofía se puede usar como collar largo, de dos vueltas, como gargantilla o como tiara.
Por su valor sentimental, esta es una de las joyas favoritas de la reina Sofía. Se trata de un colgante ovalado de rubí cabujón (pulimentado, no tallado) entre dos filas de diamantes engastados en una base de platino. La reina Sofía suele usar este colgante, que se puede utilizar también como broche, con un collar de perlas.
Otra joya con historia son los pendientes de diamantes y perlas que llevó la reina Sofía el día en que Juan Carlos fue proclamado rey de España. Son unos pendientes de diamantes de los que cuelga una perla, una joya que su hija Elena quiso llevar el día en que contrajo matrimonio con Jaime de Marichalar.
También pertenecen a las ‘Joyas de pasar’ las pulseras gemelas, cuyo origen fue una corona de diamantes de Cartier que Alfonso XIII regaló a Victoria Eugenia, pero que ella decidió desmontar para crear dos pulseras idénticas.