La vida de Carole, la madre de Kate Middleton: de familia minera, exazafata y empresaria

La familia es el mejor refugio para Kate Middleton, lo están siendo en los momentos complicados, pero también lo han sido siempre en los momentos buenos. Ellos siempre han estado a su lado y aunque ahora junto a Guillermo y sus hijos ha creado su propio espacio seguro, sabe que siempre ha podido contar con sus padres y sus hermanos, Pippa y James. 

Su madre, Carole Middleton, siempre ha sido para ella un pilar fundamental, durante el tiempo que Kate ha estado apartada de su trabajo por prescripción médica, se ha podido ver cómo su madre estaba a su lado. A lo largo de los años, Carole ha intentado mantenerse en un segundo plano, evitando quitarle protagonismo a su hija y demostrado ser una mujer discreta, elegante y trabajadora. 

Carole Goldsmith, su nombre de soltera, nació el 31 de enero de 1955. De familia minera, su padre era camionero, aunque después se dedicó a la construcción como obrero y capataz. Su madre, Dorothy, era trabajadora en una fábrica y en una joyería. Carole nació en el seno de una familia trabajadora que luchaba por una vida mejor en una época en la que el país todavía se recuperaba de las consecuencias de la guerra. 

La joven abandonó los estudios a los 16 años, porque no podía costearse seguir con su formación y comenzó a trabajar, primero como secretaria y después como azafata de tierra para British Airways. Fue durante su tiempo trabajando para esta compañía aérea cuando conoció a quien después sería su marido, Michael Middleton. La pareja se casaba en 1980, cuando Carole tenía 25 años. 

Mente creativa y con afán emprendedor, Carole nunca quiso trabajar para otros, sino que tenía en mente crear su propia empresa, algo que hizo cuando la familia se mudó de regreso  Londres en 1987, tras haber pasado tres años viviendo en Jordania.  De su mente surgió la idea de crear Party Pieces, la empresa de venta de decoraciones para fiestas, cumpleaños y reuniones, 

En la empresa familiar han colaborado todos sus hijos, Kate posaba para el catálogo y Pippa se encargaba de la labor informática, pero con el tiempo ha ido creciendo y convirtiéndose en un proyecto millonario.

Esta mujer hecha a sí misma siempre ha querido darle a sus hijos lo que ella no tuvo y así ha sido. Todos ellos han podido formarse académicamente, algo que les ha ayudado en sus vidas y, en el caso de Kate también a encontrar el amor, pues fue durante su etapa como estudiante en St. Andrews cuando conoció a Guillermo. 

Siempre discreta, Carole ha destacado en cada uno de los actos a los que ha acudido gracias a su elegancia y saber estar, siempre sabiendo cuál es su lugar y nunca opacando a sus hijas. Se ha convertido en una abuela cariñosa, en un pilar para todos sus hijos y en la figura sólida y estable en la que pueden apoyarse cuando lo necesitan.