La discreta vida de Andrea Casiraghi en un pueblo de Suiza con su mujer y sus tres hijos

Durante un tiempo parecía que la presencia de Andrea Casiraghi en la prensa del corazón fue inevitable. Joven, guapo y un poco díscolo, el príncipe monegasco disfrutó durante varios años de ese estatus que tenía sin prestar demasiada atención a lo que se dijera de él. 

Sin embargo, el tiempo ha demostrado que esa atención nunca fue del agrado de Andrea que ahora, convertido en padre de familia numerosa y casado con Tatiana Santo Domingo desde 2013, disfruta de la una vida discreta y alejada de los focos en Suiza.

A comienzos de 2023, los Casiraghi hacían las maletas y dejaban Londres, lugar que había sido su hogar hasta la fecha. El destino de la familia no podía ser más idílico, pues se mudaban a Suiza, un lugar en el que poder disfrutar de una calma y una tranquilidad que anhelaban desde hacía tiempo. Suiza es un lugar muy especial, tanto para Andrea como para Tatiana. 

Tras la repentina muerte de su padre, un duro golpe para toda la familia, Andrea y sus hermanos se mudaron junto a su madre a una vieja granja en la Provenza francesa, lejos de los focos y alejados de los medios. Allí cursó sus estudios el joven Andrea, que después se trasladó a París para cursar bachillerato. Durante un tiempo estudió en el internado suizo College Alpin Beau Soleil, una experiencia que le marcaría y donde hizo amigos para toda la vida. 

A lo largo de los siguientes años, compaginó sus estudios y formación académica con sus labores de representación familiar, convirtiéndose en una persona de gran interés para los medios, que se interesaron pronto por su vida sentimental. A pesar de todo, esta no ha sido demasiado extensa, en 2004 su hermana le presentaba a una de sus amigas, con quien había coincidido estudiado en el liceo Fontainebleau en París. Así fue como conoció a Tatiana Santo Domingo. 

La joven también tiene un vínculo especial con Suiza, lugar que se ha convertido ahora en su hogar, pero que también lo fue siendo solo una niña, cuando tenía dos años, su familia se mudó a Ginebra, y allí vivió hasta los 15. En el momento de conocer a Andrea, Tatiana estudiaba Bellas Artes en la Universidad Americana de Londres.

Pocos meses antes de casarse, una ceremonia civil celebrada en el Salón del Trono del Palacio Grimaldi, la pareja daba la bienvenida a su primer hijo en común, Sasha. En febrero de 2014 decidían celebrar una ceremonia más grande, rodeados de todos sus amigos y en un lugar que para ellos era especial, una boda invernal en la que no faltó la nieve que tuvo lugar en Gstaad, la exclusiva estación de esquí suiza. En 2015 nacía India y en 2018, Maximilian Rainero.

Muy cerca de esta estación de esquí está Saanen, la localidad en la que la familia se ha instalado, donde Tatiana continúa con su trabajo como diseñadora para su firma de moda, y donde todos pueden disfrutar de la naturaleza y el esquí, una de sus pasiones.