La muerte del papa Francisco ha conmocionado a la comunidad católica distribuida a lo largo y ancho del mundo. El pontífice fallecía en la mañana del 21 de abril a los 88 años tras un periodo en el que su salud se había deteriorado, lo que dio lugar a su ingreso hospitalario. Han sido muchos los jefes de Estado y mandatarios los que han hecho llegar sus condolencias y, en concreto, el rey Felipe envió un telegrama al decano del Sacro Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, que también se hizo público a través de la cuenta oficial de Instagram de la Casa Real. Tras esto, el jefe de estado español, acompañado de su esposa, la reina Letizia y de de su madre, la reina Sofía, ha firmado en el libro de condolencias instalado en la Nunciatura Apostólica, en Madrid.

Han sido pasadas las doce de la mañana cuando los reyes y la reina Sofía han llegado a esta institución que es la representación diplomática de la Santa Sede en España y está ubicada en la avenida de Pío XII de Madrid, allí han sido recibidos por el nuncio Bernardito Auza. Sobre una imponente mesa se abría el libro de condolencias al que cualquier ciudadano que lo desee puede contribuir. Junto a la mesa, una corona de flores amarillas y blancas con la inscripción "Damos gracias a Dios por su vida" y un retrato del papa Francisco.

Los reyes han sido los primeros en aparecer a las puertas de la Nunciatura y unos pasos por detrás de ellos caminaba la reina Sofía, que saludaba con dos besos, primero a su nuera, y después a su hijo. En el saludo entre los reyes y la reina emérita se han apreciado gestos de cariño que han quedado inmortalizados en las instantáneas. Ha sido la reina Letizia quien ha avisado al rey, que se encontraba conversando con Auza en ese momento, de la llegada de su madre, para que esta pudiera saludarle. También se ha visto como la esposa del rey le cedía el paso amablemente a la reina Sofía, colocándole su brazo sobre la espalda.

"Nuestro recuerdo más sentido a la figura y la personalidad irrepetibles de Su Santidad el Papa Francisco, que trasciende su dimensión eclesiástica; y nuestra admiración y respeto por su total entrega a la tarea evangélica hasta el último aliento de su vida", han dejado plasmado en un mensaje conjunto de los tres que han acompañado de la fecha de hoy, martes 22 de abril de 2025.

Felipe, Letizia y la reina Sofía han acudido a esta cita ataviados de riguroso luto en señal de respeto al solemne momento. La reina Letizia se ha decantando por un vestido de corte midi, de escote a la caja y manga larga, con un sencillo pliegue a la altura de la cadera y un fino cinturón como únicos adornos. Ha llevado zapatos negros de tacón bajo, como suele ser habitual en los últimos meses y bolso negro rígido, de tamaño medio.

La reina Sofía ha elegido un traje de chaqueta negro, una opción muy sobria, cuyo único adorno ha sido una cinta de raso del mismo color que adornaba la parte superior en las mangas y en la cintura. Lo ha combinado con una blusa del mismo color con detalle de encaje. También ha escogido de color negro los zapatos y el bolso. El rey, por su parte, también ha lucido traje de chaqueta negro, con la corbata a tono.

Casa Real se ha hecho eco de este acto en sus redes sociales, el mismo canal por el que hicieron público el telegrama en el que el rey expresaba sus condolencias. "Visita de los Reyes y la Reina Sofía a la Nunciatura Apostólica en Madrid para expresar sus condolencias por el fallecimiento de S.S. el Papa Francisco", reza el texto junto a las instantáneas en las que se ve a los tres firmando el libro. Además, en el icono identificativo del perfil de sus redes sociales han añadido un crespón negro en señal de luto.

El Vaticano ha hecho oficial que el último adiós al papa Francisco está fechado para este sábado 26 de abril, en Roma. A este acto está previsto que acudan mandatarios de todos los rincones del mundo, entre los que también estarán los reyes de España encabezado la delegación española, según ha anunciado Zarzuela. De esta misma forma procedieron los reyes Juan Carlos y Sofía en 2005 ante el fallecimiento de Juan Pablo II. Sin embargo, tras la muerte de Benedicto XVI, al ser un papa emérito, solo viajó al Vaticano la reina Sofía.

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