Inés Gutiérrez 07 JUN 2025 - 19:00h.

Carolina de Mónaco siempre ha sido considerada una de las mujeres más elegantes de su generación, algo que ella ha potenciado siempre a lo largo de su vida, buscado los looks que más la favorecían y también ciudadano mucho su aspecto. Sin embargo, hay cosas que ni la persona más cuidadosa puede evitar, tal y como sucedió cuando de manera repentina comenzó a perder pelo, haciendo que saltaran todas las alarmas. 

La preocupación por su salud fue máxima, pues las imágenes que se podían captar de ella ponían en evidencia que no pasaba por un buen momento. Esto hizo que los rumores comenzasen a circular, sobre todo aquellos que señalaban que podría tratarse de alguna enfermedad, lo que no ayudaba a calmar las aguas, pero ¿qué sucedió realmente? ¿A qué se debía la alopecia de Carolina de Mónaco?

El motivo por el que Carolina de Mónaco tuvo alopecia de forma repentina 

Son varios los motivos por los que una persona puede comenzar a perder peso de manera alarmante y, en el caso de Carolina de Mónaco, se cree que el estrés fue una pieza fundamental en ello, aunque es algo que nunca se ha llegado a confirmar oficialmente. Sin embargo, fue una época complicada para ella, coincidió que se le juntaron muchas cosas y muchas emociones, lo que quedó reflejado de esta manera. 

Era el año 1996 y fue una pérdida de pelo tan evidente que fue imposible ocultarla. Se cree que este bache en su salud pudo estar marcado por varios momentos clave en la vida de Carolina y el primero de ellos fue la muerte de su marido y padre de sus tres hijos mayores, algo que sucedió de manera repentina y a causa de un accidente marítimo. En 1990 Stefano Casiraghi fallecía durante una competición, cuando una ola dio la vuelta a su embarcación. Sus hijos eran pequeños y ella decidió irse con ellos a Saint-Remy de la Provence, Francia, para pasar el duelo alejados de todo. 

Otra de las causas que pudo haber contribuido a la pérdida de pelo de Carolina, fue su relación con Ernesto de Hannover, llena de escándalos y rumores de infidelidad, y que comenzó el mismo año que la pérdida de cabello. Ellos ya eran amigos con anterioridad, pero en ese momento su relación cambió y les convirtió en el foco de toda la prensa. La presión mediática a la que estaba sometida en ese momento la princesa era muy grande y eso tampoco ayudaría a reducir esos niveles de estrés que podrían haber causado su alopecia. 

Toda esta situación, Carolina la vivió de la mejor manera que pudo y los turbantes y pañuelos se convirtieron en su mejor complemento, que empleaba para cubrir la pérdida de cabello mientras esperaba a descubrir si volvía a crecer o era una situación permanente. No dejó que esto se convirtiera en algo que necesitaba esconder, se dejó ver orgullosa y con la cabeza completamente rapada en alguna ocasión, sin peluca ni turbante. Con el tiempo, recuperó su melena, que es hoy parte de su seña de identidad.