En España tuvimos el "pido perdón, no volverá a ocurrir" de don Juan Carlos tras su fallido viaje a Botswana. Por entonces jamás habríamos imaginado todo lo que vino después. Pero nada es comparable a lo que ha sucedido en Países Bajos tras una polémica que ha puesto en jaque a Guillermo y Máxima de Holanda. Hace unos días, el pueblo reaccionó de forma "intensa" a unas vacaciones de la familia real a Grecia. Un viaje privado que se producía justo después de que el gobierno fijase un confinamiento parcial y pidiese a los holandeses que se "desplazasen lo menos posible" del país dada la preocupante situación de la pandemia dentro de sus fronteras. Sus reyes no tuvieron una actitud ejemplar y, conscientes de ello, han grabado un insólito vídeo en el que piden públicamente disculpas.
"Me dirijo a vosotros arrepentido de corazón". Así arranca este comunicado sin precedentes en el que el monarca se dirige a su pueblo acompañado por su mujer. El rostro serio de ambos mientras miran a cámara, sumado a la solemnidad del entorno, ya advierte de lo importante que es para ellos dar su versión de los hechos. "Nuestro viaje a Grecia ha provocado una reacción muy fuerte de muchos holandeses. Nos duele haber traicionado la confianza que tenéis en nosotros. Incluso aunque nuestro viaje era conforme a la regulación, fue muy poco prudente no tener en cuenta el impacto de las nuevas restricciones en nuestra sociedad".
En el vídeo, grabado en el Huis Ten Bosch, la residencia oficial de los 'royals' holandeses, Guillermo hace referencia a su decisión de cancelar estas vacaciones hace un par de días visto el revuelo que estaban generando entre la sociedad. "La tomamos dándonos cuenta de que no deberíamos habernos ido", se ha justificado con sinceridad, calificando este como un error que no quita su extrema preocupación por la crisis del coronavirus.
"Hemos hecho lo posible para estar ahí para cualquiera que necesitara apoyo en estos tiempos inciertos. Es un momento difícil para todo el mundo. Un momento de limitaciones y preocupaciones. También de miedo, rabia e inseguridad. Hemos podido conocer historias conmovedoras en los numerosos encuentros que hemos mantenido, tanto en persona como de manera virtual. Nos sentimos conectados a vosotros y con todas las personas que han quedado directa o indirectamente afectadas", ha dejado claro mientras Máxima Zorreguieta asiente, apoyando gestualmente sus palabras.
Para terminar, prueba de su arrepentimiento, una frase que quedará para la historia de la monarquía europea: "Estamos comprometidos, pero no somos infalibles".