A pesar del intento de los duques de Sussex por mantenerse alejados de la vida pública, en las últimas horas se han filtrado a los medios varios documentos que señalan que la duquesa se había sentido “desprotegida” por parte de la casa real británica ante los ataques que estaba sufriendo. Unas revelaciones que se encuentran dentro de la demanda presentada por Meghan contra Associated Newspapes, la editorial del periódico Mail on Sunday, a la que acusa de emitir “informaciones falsas” sobre ella y filtrar cartas que envió a su padre días antes de celebrar su enlace.
En estos documentos, su equipo de abogados señala que la actriz estadounidense “se había convertido en blanco de un gran número de artículos falsos y dañinos por parte de los periódicos británicos, específicamente por parte de los demandados, que le ocasionaron un tremendo estrés emocional y daños a su salud mental". Una ansiedad que produjo la preocupación de sus amigos, ya que "nunca antes la habían visto en ese estado, específicamente al estar embarazada, desprotegida por la Institución, y porque tenía prohibido defenderse”, ha justificado así Meghan las declaraciones de sus amigos en la revista.
La principal razón de la demanda que la duquesa de Sussex ha puesto contra este grupo editorial es la difusión de una carta íntima que ella envió a su padre días antes de pasar por el altar y que él decidió compartir con la publicación demandada. El grupo editorial ha alegado en su defensa que esto sucedió después de que este círculo de amigas de ella hablaran para la otra publicación. “Se debería determinar si Meghan tenía una expectativa razonable de privacidad en el contenido de la carta a su padre, dado que sus amigas ya habían informado a la revista People sobre su contenido, y si publicar partes de la carta era de interés público y permitido bajo las leyes de libertad de expresión”, se ha defendido el medio, que ha asegurado que las llamará al juicio para que testifiquen si la duquesa tenía conocimiento de las conversaciones con la revista o no, algo que ella ha negado desde el primer momento.
"Solo te he querido, protegido y defendido, ofreciéndote todo el apoyo económico a mi alcance y siempre preguntándote cómo podía ayudarte. Me preocupé por tu salud. Así que cuando la semana de la boda leí que habías tenido un ataque al corazón, fue horrible. Te llamé y te envié mensajes. Te pedí por favor que aceptaras ayuda. Mandamos, incluso, a alguien a tu casa y, en vez de hablar conmigo para aceptar esa o cualquier otra ayuda, dejaste de responder tu teléfono y decidiste hablar con la prensa", reprochaba Meghan a su padre la actitud que estaba teniendo, ya que se había tenido que enterar por los medios de que este finalmente no acudiría a su enlace.