No hay duda de que Jorge Cadaval es uno de los rostros más queridos del panorama televisivo español gracias a Los Morancos. Más allá de su carrera, en el ámbito personal vive un momento muy dulce junto a su marido, el actor americano, Ken Appledorn, con quien se casó en 2007. Juntos viven en una casa situada en el barrio sevillano de Triana, un enclave cargado de historia, tradición y esencia andaluza, cuyos rincones favoritos comparten en sus respectivas cuentas de Instagram. Allí muestran con orgullo no solo la decoración de su hogar, sino también su día a día, los cambios que hacen en cada estancia y momentos de relax en su terraza o en el salón.
Lo cierto es que sus publicaciones, siempre cargadas de humor y autenticidad, se han convertido en una ventana a un estilo de vida sin artificios, donde a través de la decoración, nos permiten conocer otra faceta de su personalidad. Para sus seguidores, su casa es ya casi un personaje más: ese lugar colorido y lleno de vida donde se cocinan bromas, se vive con naturalidad y se respira mucho amor.
En cada imagen que comparten, se percibe una mezcla perfecta de raíces sevillanas y sensibilidad artística. Y eso es, precisamente, lo que hace tan especial este hogar en pleno corazón de Triana.
Lejos de las estéticas neutras o minimalistas que tan de moda están ahora, la casa de Jorge y su marido es un homenaje al color y a la mezcla de estilos. Cada rincón revela una historia, una elección valiente o un guiño a sus raíces.
El salón, uno de los espacios más característicos, está presidido por una gran obra de arte abstracta que convive sin complejos con esculturas, pieles, figuras religiosas y cabezas decorativas de animales. El resultado es un ambiente cálido, muy original y único, donde lo tradicional se entrelaza con lo contemporáneo sin perder identidad.
En el dormitorio tampoco faltan los contrastes y altas dosis de color, donde un cabecero tapizado con cuadros verdes y grises se hace con el protagonismo.
La cocina, completamente reformada, apuesta por el blanco como color predominante para aportar luminosidad y sensación de amplitud. Aun así, hay un giro inesperado en su diseño: un papel pintado con motivos de setas decora una de las paredes, aportando un punto divertido y original que rompe con lo convencional y que encaja a la perfección con las vigas de madera del techo.
El espacio incluye un pequeño office, ideal para los desayunos cotidianos de la pareja, que disfruta tanto del diseño como de la practicidad del espacio.
Una de las joyas de la vivienda es la terraza, convertida en un auténtico oasis urbano. Desde allí, Jorge y Ken disfrutan de algunas de las mejores vistas de la ciudad; tanto la Giralda como el río Guadalquivir y los tejados del viejo Triana. Decorada con plantas, alfombras exteriores y cojines, este espacio funciona como su particular refugio de calma y desconexión. “Es nuestra zona de confort”, han declarado en más de una ocasión.
Desde luego, la casa de Jorge Cadaval y Ken Appledorn no solo destaca por su estética, sino por el cariño con el que ha sido pensada y vivida.
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