La mesita de noche (casi invisible) de Ikea que soluciona los problemas de espacio en casa
Diseñada para colgarse del marco de la cama, es la nueva aliada de quienes viven en pocos metros cuadrados y no quieren renunciar al orden
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Vivir en espacios pequeños es una realidad cada vez más habitual en las grandes ciudades. Pisos de 40 metros cuadrados, dormitorios minúsculos o habitaciones multifuncionales son parte del día a día de muchas personas. ¿El gran reto? Sacar el máximo partido a cada rincón sin caer en el caos visual ni llenar la casa de muebles innecesarios. Y es ahí precisamente donde Ikea vuelve a hacer magia con una de esas piezas que, aunque sencillas, pueden marcar una gran diferencia: el sistema de almacenaje para cama Silang
A simple vista, se trata de una discreta bolsa de fieltro gris claro. Pero basta con colgarla del marco de la cama para entender su potencial, pues actúa como una “mesita de noche alternativa”, perfecta para quienes no tienen espacio —o no quieren ocuparlo— con un mueble tradicional. No requiere montaje, no necesita herramientas, no invade el suelo y, además, su diseño neutro combina con cualquier tipo de ropa de cama o estilo decorativo.
Menos es más
La clave del éxito de esta pieza radica en su sencillez. Está fabricada en fieltro de poliéster reciclado, lo que le confiere ligereza, flexibilidad y un acabado cálido que evita ruidos y roces molestos. A través de un sencillo sistema de solapas y velcro, se fija al somier o al lateral de la cama, quedando suspendida de manera segura y estable.
En sus compartimentos cabe lo esencial: un libro, el móvil, las gafas, unos auriculares o incluso una botellita de agua. Todo queda ordenado, al alcance de la mano y, lo mejor, fuera de la vista. Es una forma inteligente de despejar las superficies y mantener el dormitorio limpio y recogido sin necesidad de muebles voluminosos.
Una solución para muchos estilos de vida
Aunque nació como parte de un sistema de almacenaje para la cama, Silang está encontrando múltiples usos en todo tipo de hogares. En habitaciones juveniles donde cada centímetro es oro; en pisos compartidos, donde no siempre es posible personalizar el mobiliario; en casas pequeñas donde las mesitas de noche simplemente no caben; o incluso en segundas residencias, apartamentos turísticos o dormitorios de invitados donde se busca funcionalidad sin grandes inversiones.
Además, por su aspecto discreto y su precio accesible -no llega a los 4 euros- se convierte en una excelente opción para quienes buscan orden sin complicaciones y con la flexibilidad de desmontar o mover la pieza con total libertad.
No cabe duda de que, en tiempos donde la funcionalidad se ha convertido en una prioridad y el diseño inteligente es más valioso que nunca, este pequeño accesorio del gigante sueco demuestra que no se necesita una gran inversión ni reformas para mejorar nuestro día a día.