El gran patio del caserón reformado de Josie en La Mancha: de los cojines heredados a un cuadro especial
La tradición del centro de la península se viste de gala en la casa que el estilista ha decorado con el frescor de las plantas y la riqueza de los estampados
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Ha participado en múltiples programas de televisión y su carácter excéntrico ha conquistado a la audiencia. El particular sentido de la moda del estilista Josie ahora lo ha extrapolado a la decoración de su nueva casa en la tierra de Don Quijote. 'Villa Josie' es una casa solariega típica de las provincias de interior de España y en cada espacio se puede sentir la huella personal de este artista. El frescor de las plantas se mezcla con el 'horror vacui' que proporciona la mezcla de estampados. No hay un rincón al que no se le haya dado un enfoque decorativo.
El estilista José Fernández-Pacheco heredó esta propiedad en Manzanares fechada en el XVIII de sus tías abuelas y ha decidido convertirla en su templo, donde se unen su arrolladora personalidad y la tradición más clásica de la Mancha y el mobiliario de estilo alfonsino. Entre todas las estancias en las que se aprecian molduras, frescos, muebles de madera oscura y maciza trabajada, destaca una en especial: el patio interior, una estancia que transmite a pesar del barroquismo con el que está decorado, el frescor que dejan las plantas que se sitúan en cada rincón.
Se trata de una estancia flanqueada por columnas que se abriga con maceteros que se erigen como representantes de varias épocas: de forja, de barró sin tratar o esmaltados. Este gran espacio es el centro neurálgico de la casa que actúa como eje distribuidor. Las pareces están teñidas de verde jade, que contrasta con el craquelado de las puertas tradicionales que recuerdan a la piel de los melones de la Mancha que se degustan en las calurosas tardes de verano.
En el centro de la estancia llama la atención un banco circular elaborado en fibras naturales con un gran macetero de barro en el centro con una gran planta. Este está vestido con textiles con estampado Morris y una pieza con mucho significado: los cojines que acompañan pertenecieron a sus tías abuelas, las antiguas herederas de la casa. Las telas mezclan el verde, con el naranja y el beis y los estampados vegetales con ilustraciones que representan animales exóticos. Otro detalle que conecta con la emoción es el cuadro firmado por Hipólito Hidalgo de Caviedes que reposa sobre una cómoda dorada de estilo isabelino. La obra representa a Úrsula Clarke, madre de su íntima amiga la fotógrafa Sylvia Polakov, que se lo regaló antes de morir.
Alrededor de las paredes se añaden banco alfonsinos de color teja acompañados con colchonetas 'chinoiserie' de Nobilis para Lantero y Lantero. Uno de ellos se acompaña de un espejo lacado en oro y rojo antiguo realizado por el artista Juan Monzón Gasca siguiendo una receta propia elaborada al temple. En el respaldo de los bancos se puede leer 'Villa Josie', una idea inspirada en la cerámica valenciana del siglo XVIII. Tampoco pasa desapercibido el suelo hidráulico de la zona exterior del patio, la más cercana a los accesos de la casa. Es otro de los elementos que conectan con a tradición y que responden a uno de los lemas más conocidos del estilista: "Más es más".
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