Reyes Íñiguez, interiorista, nos da las claves para la mesa de Navidad perfecta: “Me gusta mucho mezclar"

Tendencias, trucos y detalles para acertar con la decoración de mesa estas fiestas
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La Navidad tiene muchas tradiciones, pero pocas generan tanta expectación (e incluso debates familiares) como la decoración de la mesa. Hay quien la monta el 1 de diciembre y quien lo deja para última hora; quien tira de mantel bordado heredado, y quien prefiere improvisar con lo que tiene por casa. Da igual el bando. Todos queremos que la mesa quede bien. Y aunque no esté perfecta, que se vea bonita, cálida y con ese punto especial que anuncia que la noche será muy especial.
En los últimos años, las tendencias han ido dejando atrás el exceso. Adiós a las montañas de adornos que parecían competir con el árbol. Ahora lo que se lleva es algo mucho más relajado y natural con mesas que se ven cuidadas sin que parezca que han necesitado un equipo de producción. Y para saber exactamente cómo conseguir ese equilibrio, hablamos con la interiorista Reyes Íñiguez de Onzoño Martín, que tiene claro que empezar por lo natural es ir sobre seguro.
“A mí una decoración de mesa siempre me gusta a partir de planta y de flor de temporada. En Navidad una base verde como de eucalipto o base de magnolia es todo un acierto, me encanta”. Con esta frase, Reyes marca la tendencia clave de esta Navidad: el verde. Eucalipto, magnolia, ramas frondosas que aportan volumen, frescura y un aire más auténtico que cualquier adorno sintético. No se trata de montar un bosque sobre el mantel, pero sí de dejar que la naturaleza haga su parte.
Elementos que aporten textura
A esa base vegetal se le pueden sumar elementos que aportan textura y ese toque invernal sin caer en lo típico. Como explica Reyes, “me gusta añadirle algunas frutas de invierno como piñas, naranjas secas o alcachofas -estas últimas resultan súper decorativas-. En caso de meter algo de flor, el ranúnculo me parece muy bonito; por huir un poco del tradicional acebo, aunque también es precioso”.
Nos encanta el detalle de las alcachofas, que funcionan mejor de lo que parece y se han convertido en un recurso estético inesperado, perfecto para quien busca algo distinto.
Las velas, por supuesto, siguen siendo protagonistas absolutas, pero con una regla que evita que la mesa parezca un catálogo mezclado: coherencia en los metales. Reyes lo dice sin rodeos. “También recomiendo meter como elemento, las velas, con diferentes alturas y candelabros. Por ejemplo, si vamos al metal, como por ejemplo el latón o la plata, metería todo del mismo tono, tanto cubiertos como candelabros”.
También comparte una pauta sencilla que marca la diferencia: si eliges latón, todo al latón; si eliges plata, mantén la línea. Esto hace que la mesa se vea más armónica, aunque mezcle estilos.
No te olvides del toque divertido
Pero si hay algo que la interiorista reivindica es que una mesa navideña no debería ser un examen de estilo, sino algo vivo y divertido. “También me gusta mucho mezclar, yo creo que una mesa tiene que ser algo divertido. Un día te puede apetecer una cosa y otro la opuesta... Puedes meter también figuras de porcelana, de madera, estrellas de navidad... me parece una forma muy original de darle un toque un poco diferente”.
Aquí cabe esa figura de porcelana que te encanta, la estrella de madera que compraste en un mercadillo, o incluso algún adorno especial que normalmente iría colgado del árbol. La mezcla, cuando está hecha con gusto, siempre suma.
Y para cerrar, un detalle que nunca falla cuando se trata de sorprender a los invitados. “También si quieres poner un detalle, en cada comensal, en la servilleta, puedes hacerlo con el mismo tipo de verde -o un ramillete- con el mismo material que hayas usado para la deco de la mesa”. Un pequeño gesto que unifica la mesa y da la sensación de que todo está pensado, aunque haya sido improvisado en cinco minutos.
La tendencia alternativa, minimalismo navideño
Aunque las mesas naturales y frondosas son protagonistas este año, hay otra corriente que pisa fuerte, el minimalismo luminoso. Una propuesta mucho más limpia, moderna y que huye del dorado tradicional sin perder el toque festivo.
Aquí mandan la luz y los brillos discretos. Las velas, muchas y de distintos tamaños, se combinan con pequeños destellos plateados y elementos transparentes. Nada recargado. Un centro muy sencillo puede hacerse únicamente con bolas navideñas plateadas en diferentes tamaños, colocadas sobre una bandeja o directamente sobre la mesa. Si se aúnan con bajoplatos y cubertería plateada, el efecto es contemporáneo, elegante y sorprendentemente cálido.
En este estilo, el mantel desaparece. Se deja a la vista la madera o la superficie de la mesa para que los platos, los aperitivos y la propia vajilla formen parte del conjunto. Es una propuesta que estiliza, ordena y da la sensación de mesa más amplia, perfecta para quienes prefieren un look sofisticado sin complicarse.
Dos estilos, dos caminos. Naturaleza o minimalismo brillante. Y ambos funcionan. Al final, igual que en cualquier sobremesa navideña, lo importante está en el ambiente… y en quién se sienta alrededor.
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