Los rincones más especiales de la casa de Arguiñano: una cocina rústica abierta al comedor y grandes ventanales

  • Karlos Arguiñano es uno de los cocineros más conocidos de nuestro país

  • El chef vive en la localidad vasca de Zarautz junto a su mujer, María Luisa Ameztoy

  • La casa, con una arquitectura típica de la zona, cuenta con unas estancias amplias y con mucha luz

Karlos Arguiñano es uno de los mejores cocineros de nuestro país. El experto en cocina siempre ha defendido su tierra, el País Vasco, de la que se siente muy orgulloso. Es por eso que nunca ha pensado en mudarse del lugar en el que nació y sigue residiendo en Zarautz, lugar donde en 1978 abrió un hotel-restaurante. Allí también, unos años más tarde, creó la Escuela de hostelería Aiala.

La casa de Karlos es una vivienda tradicional vasca

Aunque para cocinar siempre utiliza su plató de televisión o los fogones de su restaurante, sí que es cierto que durante el confinamiento pudimos ver un poco sobre su impresionante caserío. Karlos vive, junto a su mujer, en una tradicional casa vasca de espacios amplios y con un toque rústico.

Tiene una impresionante cocina abierta al salón-comedor

Así, la cocina está abierta a una sala de comedor, presidida por una impresionante mesa de madera maciza y unas cuantas sillas, donde estamos seguras que se reúne con toda su familia. Además, toda la casa está decorada con recuerdos e, incluso, papeles, donde se pueden leer distintas recetas.

La vivienda cuenta con toques modernos y rústicos

La cocina, el lugar más importante para el cocinero, está hecha en colores claros como el blanco que combinan con la madera más oscura del resto de la casa. Además, también cuenta con una isla, donde tiene la vitrocerámica y un amplio espacio para seguir cocinando. La casa tiene unos amplios ventanales que proporcionan mucha luz a todas las estancias y desde el salón-comedor se puede acceder directamente al jardín.

La casa, el refugio de su mujer durante la pandemia

Lo cierto es que esta casa se ha convertido, en los últimos dos años, en la guarida perfecta para su mujer, María Luisa Ameztoy, quien tuvo mucho pánico sobre la expansión de la pandemia y decidió extremar todas las precauciones, limitando todas las salidas de su vivienda. “Se nos está haciendo muy largo, esta historia está siendo dura de verdad. Luisi, mi mujer, no sale de casa por pena”, contó el cocinero cuando los casos de Covid estaban en alza.

El lugar perfecto para reunirse con sus siete hijos y once nietos

El coronavirus hizo que Karlos y María Luisa no vieran a sus siete hijos -Eneko, Zigor, Karlos, Martín, Joseba, Amaia y María- y sus once nietos durante un año. Puede ser que Joseba sea el más conocido de los siete hermanos, ya que ha trabajado codo con codo en la televisión junto a su padre. Aunque eso sí, la gran mayoría, de una forma u otra, también trabajan junto a Karlos. Cinco de los hijos del chef gestionan KA, un complejo turístico en Zarautz que ofrece cocina de calidad en un hotel con encanto.

Eneko es quien dirige la sala y toma todos los pedidos, además de que también ha aparecido, en más de una ocasión, en los medios. Zigor es jefe de cocina y ha participado en algunos concursos de cocina, donde se ha hecho con diversos premios. Martín es quien gestiona el complejo familiar, mientras que María ejerce de jefa de cocina.

Joseba, como hemos comentado, es el más conocido, ya que además de trabajar en televisión junto a su padre, acumula una gran cantidad de seguidores en sus redes sociales. Por su parte, Karlos y Amaia son los que más alejados están del mundo de la cocina. Sabemos que Karlos trabaja en el mundo del cine detrás de las cámaras. Amaia es especialista en telemetría, una disciplina que ayuda a los pilotos de carrera a mejorar sus tiempos. Aunque eso sí, la joven también se encarga de la bodega de su padre.