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Las casas de los vips, ese escaparate que algunos están encantados de enseñar y otros tantos deciden guardar en su estricta intimidad. Los hay como Paula Echevarría o los Javis, que de soltarnos a tientas en sus hogares podríamos encontrar el baño en un santiamén por la cantidad de fotos que comparten en su Instagram. Las influencers como María Pombo van más allá y comparten vídeos de hasta media hora en los que muestran cada rincón de su vivienda. Y también hay otros como Eva González que deciden enseñárnoslo a cuentagotas.
"Buenas noches" son las escasas pero significativas palabras con las que la presentadora acompañaba esta foto, en la que vía stories nos dejaba ver su dormitorio, su lugar de descanso, el rincón más íntimo de la casa en la que actualmente reside junto a Cayetano Rivera, su marido, y su hijo de dos años.
A pesar de que para analizar la foto se necesita un extra de imaginación, en este plano vertical se puede apreciar que a la andaluza le gusta dormir entre sábanas blancas, mismo tono de la funda nórdica y de las almohadas. El único toque de color lo da el azul suave de la lámpara que se encuentra en la mesilla de noche, que contrasta con el roto del cabecero acolchado o con el papel pintado de estilo tropical, una tendencia absoluta en decoración.
El hecho de que Eva González haya convertido su cuarto en un templo no es casual. A pesar de que su actividad profesional en la capital es constante, parece que la que fue Miss España ha decidido regresar a sus orígenes, a Sevilla, y abandonar la casa de 1.800 euros en la que se instalaron hace poco más de un año en las afueras de Madrid tras una temporada viviendo en Chamberí. Eso implica una mudanza, o como ella misma apuntó hace unos días, estar "muertecita en vida".
El nacimiento del pequeño Cayetano, sumado a que su popularidad que hacía complicado su día a día en el centro, la pareja optó por un barrio residencial, con piscina y vivienda unifamiliar, para alejarse del bullicio. Sin embargo, parece que estar cerca de los suyos sigue siendo un imprescindible para ambos, que la calma de la periferia no es suficiente y que un cambio de vida está al caer.
La cuarentena provocó que Eva González hiciese una excepción durante los primeros meses de confinamiento, esos en los que era imposible que las casas de los famosos tuviesen el protagonismo que merecían en sus feeds. De ahí que, aunque de refilón, pudiésemos colarnos en su vivienda de Mairena del Alcor, su pueblo, la segunda residencia en la que tanto ella como su familia gestionaron el encierro obligado por la pandemia.