Es época de cambios para Laura Escanes y Risto Mejide. El nacimiento de Roma y la pandemia del coronavirus han provocado que la pareja se plantee un dar un nuevo paso en su vida familiar. Y este tiene mucho que ver con lo laboral. Aunque ambos decidieron en su vida establecer su residencia en Barcelona para estar cerca de Julio, el hijo que el presentador tuvo en su día con la periodista Ruth Jiménez, el trabajo diario de él en 'Todo es mentira' le obliga a estar de lunes a jueves en Madrid, donde también cuentan con una segunda residencia.
En su día no había problema. El publicista iba y venía y la influencer se adaptaba a estos vaivenes. Pero desde que nació su primera hija en común la cosa se complicó. La casa que tienen en la capital era demasiado pequeña para una familia como la suya. De ahí que hayan decidido ampliarla para evitar esa separación física a la que se veían obligados cada vez que el padre de la pequeña tenía programa en directo.
"Me apetece un montón contaros algo que realmente no os afecta como tal. Vais a decir: Para qué nos cuentas estas cosas. Pero como siempre estáis en mis momentos más felices, en mis cambios, también es una manera de compartirlos con vosotros", ha explicado Escanes en sus stories, donde nos ha hecho partícipes de su alegría por este cambio para bien.
Tal y como ha explicado a sus fans, que ya superan el millón y medio en Instagram, tanto ella como Risto han decidido mudarse a una casa más grande "porque con Roma se nos quedaba un poco justa y estoy superfeliz, me apetece mogollón". Su intención es que el traslado se produzca cuanto antes para no alargar más esta situación. "Cuando estábamos ahí todos con Roma se hacía muy complicado y al final dejamos de estar juntos entre semana por la logística. Pudiendo estar juntos cambian muchas cosas, claro. Estoy superemocionada", ha contado satisfecha.
Como buena instagramer, en cuanto se instalaron en el piso en el que viven en la actualidad en la ciudad condal tuvimos el esperado house tour. En él pudimos ver estancia por estancia cómo habían decorado la casa en la que, al poco tiempo, se incorporaría Roma. Y esto implicó más de un cambio. El vestidor que Laura Escanes se había diseñado para grabar, guardar su ropa y tener su propio tocador se convirtió en el primer dormitorio de la pequeña, que desde ya pasará más tiempo en Madrid junto a sus padres.