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Con dos décadas de convivencia en común a sus espaldas, Nuria Roca y Juan del Val se han ido convirtiendo en uno de los matrimonios más consolidados y populares de los medios de comunicación. La naturalidad con la que hablan sobre su relación y el no mostrar ningún tipo de reparo en hablar en público sobre todo lo que acontece en su intimidad son algunas de las piezas fundamentales del éxito de estos periodistas, que también dejan una ventana abierta a su vida a través de las redes sociales. Gracias a ellas hemos podido observar cómo festejan sus aniversarios, planes de familia, recuerdos de su juventud e incluso algún que otro desnudo. Del mismo modo, mediante sus publicaciones también nos han ido trasladando a algunos de los rincones de la amplia casa que tienen en el municipio madrileño de Pozuelo de Alarcón y en el que predominan los colores fuertes, los espacios abiertos y las paredes blancas lisas. Pasen y vean.
La vivienda que el matrimonio comparte junto a sus tres hijos –Juan, Pau y Olivia- está dividida en varias plantas, teniendo como punto de unión una escalera de madera abierta con cristalera y decorada con un elemento muy especial: libros -no sabemos si también se encuentran los que ellos mismos han escrito- . En la parte baja de la casa nos encontraríamos en un primer lugar con el recibidor. Una de las ubicaciones más reconocidas por los miles seguidores de la presentadora en Instagram, ya que el gran espejo del que dispone es de sus favoritos a la hora de tomarse fotografías. Una original lámpara compuesta con varias bombillas juntas que simulan a unas burbujas, alfombras en tonos grises y azules y un aparador con llamativas y coloridas puertas son parte del mobiliario principal de esta estancia.
El comedor es una de las zonas más abiertas de este hogar y también está dividido en varias zonas. Una mesa de cristal con capacidad para ocho personas preside esta habitación, rodeada de sillas con estructura de madera y cojines oscuros –a juego con la alfombra en las que pisan sus patas-. Sobre ella se ha colocado una escultura en color negro, muy similar a otra que tiene en el recibidor. También llama la atención los dorados, la madera y una mesa auxiliar instalada en una esquina al fondo. De hecho, esta parte del mobiliario se encuentra en una zona más diferencia del resto, contando con un pequeño sofá en color gris y un macetero en los mismos tonos.
La nota de color está a cargo de un sencillo sillón alargado de color naranja que sirve como elemento diferenciador entre un área y otra. En una grabación, en la que se mostraba realizando algunas tareas domésticas, Nuria descubría esta parte del salón. El matrimonio ha optado por llenar gran parte de esta zona con un sofá de esquina en color azul noche –justo donde se tumban para desconectar viendo una buena película, serie o un programa de televisión-. Una pieza que ha querido hacer contraste con coloridos cojines en rosa, marrón y verdes pistacho y que ha postrado encima de una alfombra que juega con la geometría.
En el fondo, dos fotografías modernas se enmarcan en la pared que hay detrás de una mesa en la que tiene los elementos decorativos más auténticos: un teléfono antiguo, varios libros, un astronauta florero, una corneta o una lupa son algunos de los objetos que han completado este particular despacho improvisado. Además, parece ser uno de los lugares predilectos para dormir de Violenta y Pepita, los dos perritos de la familia.
La parte exterior de la casa y a la que se accede desde el salón es el jardín, que tampoco tiene desperdicio alguno. Una gran cantidad de vegetación y una apetecible piscina son los grandes ejes de esta estancia. Con una parte de césped y otra con suelo de madera, esta zona de confort dispone de unos sillones y una mesa de fibra natural que aportan frescura y donde la pareja disfruta del buen tiempo y realiza sus deportes. Otro de los grandes atractivos es una piscina a ras de suelo, refrescándose en ella cuando las altas temperaturas azotan nuestro país.
Una de las partes de la vivienda del matrimonio que más especial la hacen es el distribuidor de una de las plantas, donde además de tener una bicicleta estática -en la que queman sus calorías- vemos la entrada a un despacho con una estantería repleta de libros. Pero este no es el lugar que más llama la impresión desde el punto donde ha realizado la fotografía, ya que la pareja cuenta con una barra de bar con sus taburetes y un botellero iluminado tan solo a unos metros de este lugar.
A pesar de que a través de sus cuentas oficiales nos han dejado cotillear el estilo con el que han decorado gran parte de su domicilio, hay otras zonas que por ahora han preferido mantener más en secreto en su feed: como la cocina, las habitaciones de sus hijos o el propio baño.