El fenómeno Taylor Swift: sus inicios, su evolución y una fortuna de 740 millones

En este momento de la carrera de Taylor Swift, pocas dudas quedan de que la artista lo es con todas las letras, sin embargo, llegar hasta donde está no ha sido un camino fácil para ella, por mucho que en ocasiones se olvide todo el trabajo y esfuerzo que ha invertido y se quiere invisibilizar haciendo ver que solo es una joven que escribe canciones sobre sus exparejas. 

Ella ha sabido cuál era su lugar y ha luchado hasta que se lo han dado. Por el camino ha habido lágrimas, de alegría y tristeza, premiso y reconocimientos, pero también momentos en los que pensaba que su carrera llegaba a su fin. 

Como en el caso de tantas estrellas de la música, Taylor también empezó con una guitarra y una libreta en la que escribía sus canciones. Su sueño era ser una estrella de la música country y así lo reflejó su primer trabajo, por el que recibió el reconocimiento de la crítica, de la industria y del público. 

En su búsqueda del éxito, se mudó con su familia desde Pennsylvania hasta Nashville, donde la fichó la discográfica Sony a los 14 años. Se convirtió en la artista a seguir, en la nueva diva del country pop, su disco debut se convirtió en número 1 en 13 semanas. Destacaba su manera de conectar con la gente a través de sus letras, su manera de escribir y reflejar sus sentimientos. Había nacido una estrella y su estela era imborrable.

Poco a poco su estilo musical evolucionó, también sus looks (algo que cuida mucho, adapta su estética en cada álbum, en cada momento vital), se fue alejando del country y acercando al pop, consiguió convertir temas como Love Story o You Belong With Me en grandes éxitos, parecía estar viviendo una historia mágica, un cuento de hadas, hasta que en 2009, al recoger un premio, Kanye West la interrumpió en directo para decir que no lo merecía ella. 

Esto marcaría su carrera y también su vida. Ella lo sintió como una gran humillación y los abucheos que se pudieron oír en ese momento, como un insulto directo (a pesar de no ir dirigidos a ella). Volcó su dolor en su música, publicó Speak Now, Red y 1989. Sin embargo, su vida personal comenzó a ser más relevante que su música, todo el mundo quería saber a quién iban dirigidas sus canciones… y así surgió Reputation. 

Un golpe sobre la mesa (y también un simbólico guantazo a Kanye West y su entonces esposa, Kim Kardashian), y el comienzo de una nueva era, Taylor no pedía perdón, sino que exigía su lugar. Su evolución llegó de la mano del resto de sus discos, siendo Midnight (2022) el último de ellos. Por el camino, regrabó sus canciones para no perder sus derechos, dando lugar a las Taylor’s Version. 

Taylor se ha convertido en un fenómeno cultural, en una mujer con voz propia que llena estados, que colapsa lugares solo por estar allí y que incluso provocando un seísmo de 2,3 grados en la escala de Richter en la ciudad de Seattle.

Con sus canciones como mejor carta de presentación, Taylor ha conseguido construir un imperio que la revista Forbes estima en 2023 de 740 millones de dólares. Una fortuna nada sencilla de gestionar, pero no está sola, su padre fue asesor financiero de grandes fortunas y su madre se dedicaba a vender fondos de inversión. 

Ha peleado por lo que tiene y no solo en los escenarios, también se ha enfrentado a plataformas como Spotify y Apple peleando los ingresos del streaming y para recuperar los derechos de sus canciones, y también ha sido imagen de marcas y empresas. Ha sabido ganar, pero también invertir, tiene inmuebles por valor de 80 millones de dólares y ha llegado a tener dos jets a su nombre (en 2020 venció uno). Así las cosas, no sorprende que entregara 50 millones de euros en pagas extra a los empleados de su tour.