{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
La primera vez que vimos a María Valverde triunfar fue en la superproducción Tres metros sobre el cielo. Fue esta película la que catapultó a la actriz madrileña a la fama. Su papel de Babi, una tímida joven que se enamora del 'malote' de turno, encandiló a millones de personas que, a partir de entonces, siguieron muy de cerca su carrera como actriz. Además, después de que comenzara a salir con Mario Casas, su compañero de reparto, sus fans pudieron ver cómo esa relación narrada en la ficción se hacía realidad. Ahora María es mucho más que eso, ha dejado su vida en España, se ha mudado a Los Ángeles, donde lleva una vida muy discreta, y, además, se ha casado .
Cuesta pensar la última vez que vimos actuando a la actriz en una producción española, aunque en realidad no fue hace tanto tiempo, ya que en el 2019 participó en la película Araña. Sí que es cierto que sus apariciones son contadas y, al vivir al otro lado del charco, elige las producciones que más se ajustan a sus deseos y a su carrera como actriz. A sus 33 años, María ha comenzado una vida nueva, alejada de la prensa y con la tranquilidad que le proporciona la relación que mantiene con el músico Gustavo Dudamel, desde hace tres años. Ambos se casaron, por sorpresa, en Las Vegas. Pero, ¿cómo es la vida de la que ahora disfruta María en Los Ángeles?
María nació en marzo de 1987 en Madrid. Desde muy pequeña comenzó a interesarse por el mundo de la interpretación. Fue a los 16 años en La flaqueza del Bolchevique, junto a Luis Tosar y dirigida por Manuel Martín Cuenca, cuando su el salto a la gran pantalla. Gracias a su magnífica interpretación, la joven ganó el Goya a Mejor actriz revelación. Luego, participó en otras películas, en las que no tuvo tanta repercusión nacional. En el 2006 interpretó a Lucrecia Borgia en Los Borgia, donde compartió set con Paz Vega. También comenzó a participar en distintas campañas de publicidad que hicieron que su imagen estuviera presente en muchos escaparates, pero fue en diciembre de 2010 cuando realmente María conocería el significado de la palabra 'fama' en primera persona.
A finales de ese año se estrenó Tres metros sobre el cielo, una adaptación del libro homónimo del italiano Federico Moccia, que se convirtió en la película más taquillera de 2010 en España. Dos años más tarde se estrenó su secuela, Tengo ganas de ti, que también fue todo un éxito. Mario y María ya se conocían de antes, ya que ambos coincidieron en el rodaje de La Mula, pero fue a raíz de la película cuando ambos comenzaron una relación que duraría hasta el 2014, convirtiéndose en una de las parejas más sólidas y seguidas del panorama nacional.
La noticia de su ruptura sorprendió a todos, incluyendo a sus familias que no esperaban que una relación tan larga terminara de la noche a la mañana. Aunque eso sí, tampoco era una pareja que se dejara ver mucho por los photocalls, por lo que las veces que los vimos juntos fueron contadas. Aún así, cuando tocaba, no había momento en el que la pareja no se deshiciera en halagos por el otro.
Desde su éxito con Tres metros sobre el cielo, María no dejó de participar en distintas producciones. En el año 2012 participó en la serie La fuga, junto a Aitor Luna. Luego, en 2013, grabó en Hollywood, Broken Horses. En 2015, la European Film Promotion la seleccionó para formar parte del European Shooting Stars. Luego se trasladó hasta Bakú, Azerbaiyán, para grabar Ali & Nino, la versión azerí de Romeo y Julieta. En el año 2016 fue cuando decidió dar el paso y trasladarse a vivir a Los Ángeles. Allí, en el rodaje de la película Libertador, María conoció al director de orquesta Gustavo Dudamel. Por aquel entonces Gustavo estaba casado, pero su matrimonio terminó en 2015 por “diferencias irreconciliables”. Se dice que la chispa entre ambos no saltó en el rodaje, sino que tardaría en llegar un poco más el amor.
María y Gustavo mantuvieron el contacto como amigos, pero la relación fue a más; el 9 de febrero de 2017 decidieron formalizar su relación y pasaron por el altar en la ciudad de Las Vegas. Parece que María y Gustavo están felices y encantados con su matrimonio y la actriz no duda en viajar con el director de orquesta para acompañarle en todos sus conciertos. También Gustavo ha sido un pilar fundamental en la vida profesional de María, a quien apoya en cualquier decisión. Según ha contado la propia María, su amor con Dudamel le ha aportado mucho. “Me ha enseñado belleza, la belleza que no tenía. El amor es la base de todo”, confesaba hace un par de años.